Casas de cine
Lo mejor que me ha pasado en la vida. ¡Es como si me hubiera tocado la lotería!'. Melanie Wenger es suiza pero hace más de 20 años que vive en España. El motivo de su felicidad es su casa, un chalé a las afueras de Madrid, en el que se han grabado series de televisión como La verdad de Laura y Ana y los siete. El último rodaje, una película que se prolongó mes y medio, le proporcionó 16.828 euros. 'Económicamente compensa. Pero además convives con gente estupenda, seria y profesional', señala Wenger. 'No se puede vivir de esto, pero sí se obtiene un sobresueldo importante que yo reinvierto en mejorar mi casa', añade.
En España existen agencias de localizaciones dedicadas a la búsqueda de espacios naturales como casas privadas, naves, oficinas o urbanizaciones para rodar películas o anuncios publicitarios. 'La productora se pone en contacto conmigo y me dice qué tipo de casa necesita. En función de sus necesidades consulto la base de datos, les hago varias propuestas, ajustándome a su presupuesto, y ellos eligen', comenta Sofía Merlín, responsable de la empresa de localizaciones del mismo nombre.
Hace unos años eran las agencias las que proponían a los propietarios la posibilidad de ceder su casa. Ahora el proceso, en la mayoría de los casos, se ha invertido. 'La gente se entera por el boca a boca y nos llama ofreciéndonos su casa. Nosotros mandamos a una persona para que haga fotos', señala Begoña Rodríguez, responsable de la agencia Discovery 2. Rodríguez explica que el precio medio por día de rodaje suele ser de 1.800 euros, aunque hay casas que por sus características tienen una tarifa hasta de 6.000 euros. 'En caso de rodaje nocturno la tarifa sube y, si es necesario, se le paga a la familia un hotel'.
Un rodaje conlleva llenar la casa de gente (alrededor de 30 personas), cables y focos, por lo que antes de entrar en la vivienda se firma un contrato entre la productora y el propietario. 'Es un contrato de arrendamiento que incluye un seguro de responsabilidad civil para cubrir cualquier desperfecto que se pueda ocasionar. También se estipula a qué tiene derecho la productora; por ejemplo, si puede mover los muebles. El propietario se compromete a ceder los derechos de imagen, excepto de las obras de arte con derechos', explica Merlín.
A pesar del desembolso que supone rodar en una casa particular, a las productoras les compensa. 'Les resulta mucho más barato que montar desde cero un decorado en estudio. Además, los directores lo prefieren porque la luz es mucho mejor', según Rodríguez.
El estilo 'Cuéntame' se impone
Hay personas que se han convertido en profesionales de alquilar su casa para que rueden en ella. Pueden llegar a ingresar cerca de 60.000 euros al año por ello. 'Algunos incluso se ha comprado un piso sólo para alquilarlo', comenta Begoña Rodríguez, de Discovery 2. Esta agencia tiene en su archivo 20.000 localizaciones, de ellas 2.300 son casas en toda España.Aunque la mayoría de la gente que cede su residencia tiene un perfil socioeconómico medio-alto (se suelen requerir espacios de más de 150 metros cuadrados), las productoras demandan todo tipo de casas. La serie de televisión Cuéntame, por ejemplo, ha puesto de moda un cierto aire retro. 'Ahora mismo hay muchas peticiones para rodar en casas con estilo de los años sesenta y setenta que tengan también un toque actual', según Sofía Merlín. 'También se demandan mucho las casas modernas, de diseño, así como los lofts y las azoteas'.Uno de los asiduos a los rodajes es Javier Gómez. En dos años ha cedido su casa de La Moraleja (Madrid) en cinco ocasiones: 'Pagan bien y respetan la privacidad de los datos. Como viajo mucho procuro que rueden durante el tiempo que no estoy en casa'.