El grupo suizo Erb quiebra tras la muerte de su fundador
El grupo familiar suizo Erb se declaró ayer en quiebra tras conocerse, a la muerte de su fundador, la fuerte deuda acumulada, según manifestó su director, Hans Ziegel, en 'la primera y última' rueda de prensa de la compañía.
Erb, que emplea a 2.500 personas en Suiza y 4.900 en todo el mundo, es un grupo diversificado propiedad del magnate Hugo Erb, muerto hace cuatro meses, y cuyo organigrama (unas 80 compañías en todo el mundo) sólo conocían él y su contable, que también murió este año.
Al fallecer Hugo Erb, sus hijos pidieron a Ziegel que se hiciera cargo de las cuentas sin consolidar de la empresa, lo que reveló una deuda de 2.000 millones de francos suizos (1.285 millones de euros) en créditos a 80 bancos.
Es la mayor quiebra en Suiza desde la de Swissair en 2002. Ziegel explicó que la situación de 'debacle' y 'desastre sin precedentes' del grupo es fruto de 'una organización totalmente opaca'. Erb venderá sus negocios más saneados, en concreto Volkafe, filial de venta de café y número dos mundial del sector.