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CincoSentidos

Prevenir o convivir con la hipertensión

Las cifras a tener en cuenta. son 14-9. Aunque lo más correcto es decir 140-90 mmHg, todo el mundo sabe que cuando la presión arterial supera esos 14-9 (la primera cifra se refiere a la fuerza con que el corazón bombea sangre a las arterias cuando se contrae, y la segunda cuando se relaja), tenemos un problema.

La hipertensión arterial es una de las afecciones más extendidas y más peligrosas porque se mantiene oculta. No tiene síntomas. Y, además, es crónica, no tiene cura, como mucho puede controlarse en los niveles máximos a través de la medicación y de un cambio del estilo de vida.

Porque, aunque en la mayoría de los casos se desconoce el mecanismo que la provoca, sí se sabe que factores hereditarios, una vida sedentaria, el sobrepeso o el consumo de alcohol y tabaco suelen conducir a la enfermedad.

Uno de cada cuatro adultos tiene hipertensión, y entre la población mayor de 60 años el porcentaje supera el 65%. Su atención sanitaria cuesta más de 1.200 millones de euros anuales.

Los hipertensos obligan a su corazón a trabajar más, lo que supone riesgo de infarto. Y las arterias, al soportar mayor tensión, ponen en riesgo a todos los órganos vitales: cerebro, riñones, ojos y un largo etcétera.

Parecen motivos más que suficientes para intentar prevenirla, aunque las tendencias de la sociedad actual no favorecen. Como reconoce el presidente de la Sociedad Española de Hipertensión, Antonio Coca, uno de los ponentes de un congreso sobre tratamientos farmacológicos e hipertensión celebrado en Granada, 'si ya es difícil que un hipertenso cambie su estilo de vida, mucho más una persona que todavía no lo es'.

Coca advierte que la población laboral cuyo trabajo no requiere esfuerzo físico es uno de los segmentos más expuestos, 'porque suele ingerir más grasas de las que gasta'. De ahí que recomiende seguir la dieta mediterránea: menor ingesta de grasas saturadas y mayor consumo de frutas y verduras, junto con la práctica de ejercicio físico, eliminación del tabaco y moderación en el consumo de alcohol.

Consejos

Seguir una dieta saludable, con menos grasas saturadas y más frutas, verduras y legumbre.Especial atención a la sal, porque el sodio que contiene favorece la hipertensión.Nada de tabaco, porque aunque no influye directamente, agrava los riesgos que provoca la hipertensión.Hacer ejercicio físico, con 20 minutos al día ya se obtienen beneficios. Se puede empezar con caminar más y subir andando las escaleras.Sexo, sí; aunque aumenta la tensión arterial durante el acto.

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