Francia confía aún en un pacto amistoso en el 'caso Lyonnais'
El ministro francés de Economía y Finanzas, Francis Mer, ha reiterado que Francia "está dispuesta a concluir un acuerdo amistoso global" con la justicia estadounidense sobre Executive Life. El martes, París rechazó un pacto de la Fiscalía californiana porque no incluía a todas las partes francesas, ni a François Pinault, amigo personal del presidente Chirac y presidente de Artemis (ex Executive Life).
En las palabras de Mer al diario Le Parisien sigue presente ese eempeño de "no aceptar concluir un acuerdo, que es costoso, si la justicia estadounidense se reserva el derecho de excluir a ciertas personas", pues éstas podrían negociar separadamente en su interés y sobre bases que podrían "debilitar nuestra posición jurídica". Así las cosas, el Gobierno francés se enfrenta a un posible juicio por rechazar saldar las responsabilidades por la compra, presuntamente ilegal, de la compañía de seguros por Crédit Lyonnais en 1991. Por lo pronto, la justicia norteamericana ya ha adelantado que "ha tomado nota" y que hará "nuevos anuncios sobre este asunto en un futuro próximo".
En esa línea, también el hijo del empresario, Francois-Henri Pinault, se ha mostrado "siempre abierto a continuar la negociación". æpermil;ste indicó que Artemis ha propuesto un pago de "400 millones de dólares" para acceder a un acuerdo amistoso, lo que incluye los 260 millones ya bloqueados por la justicia (corresponden a la parte de Artemis en la ex Executive Life), y un ingreso de otros 130. Se trata de "sumas muy importantes", pero el grupo "es suficientemente sólido", añadió.
EE UU sospecha que el ex banco público Crédit Lyonnais, cuyo salvamento costó 10.000 millones a los contribuyentes franceses, organizó a principios de los 90 la compra de una compañía entonces al borde de la quiebra de forma ilegal. A continuación, el holding de Pinault, Artemis, compró Executive Life a Altus, una filial del Lyonnais, según el directivo de "buena fe".
Tampoco alberga ningún tipo de duda sobre el presidente Chirac, que ha motivado los reproches de quienes le creen capaz de anteponer los intereses económicos de un amigo (Pinault) a los de la ciudadanía. "No estamos en una república bananera", se queja el hijo de Pinault.