Lagardère conservará Anaya pese a vender el 60% de Editis
Lagardère ha accedido a parte de las condiciones que Bruselas le imponía para dar luz verde a la compra de Editis, antigua editorial de Vivendi Universal. El grupo de comunicación venderá activos que representan el 60% de las ventas de la empresa que compró el año pasado por 1.250 millones de euros, incluida la plataforma de distribución, uno de los requisitos exigidos por la Comisión Europea. Eso sí, conservará la editorial española Anaya.
El 40% de Editis (la antigua Vivendi Universal Publishing) que mantendrá Lagardère incluye también las francesas Larousse, Dunod-Dalloz y Armenad Colin. Por contra, y ante las objeciones de la Comisión a la compra de Editis, que crearía el tercer grupo editorial europeo y quinto mundial, Lagardère renunciará al negocio de distribución Interforum, que hasta hace poco consideraba esencial. Lagardère prevé obtener entre 400 y 500 millones por la venta de los activos.
Tras el acuerdo, el comisario europeo de Competencia, Mario Monti, tiene intención de 'proponer a la Comisión que apruebe la operación de compra', dijo un portavoz del Ejecutivo.
El visto bueno supondrá el fin de un conflicto que ha durado seis meses y que ha suscitado un fuerte debate en Francia, donde la operación sí fue aprobada por el Gobierno. 'Consideré que no tenía que hacer correr a los accionistas el riesgo de un posible rechazo por parte de la Comisión', dijo Arnaud Lagardère, presidente del grupo.
Lagardère asegura que al conservar Anaya se convierte 'en líder en España y definitivamente líder en Francia con la compra de Larousse, Armand Colin y Dunod-Dalloz'. Editis era el número uno francés en edición y Lagardère, el segundo, a través de Hachette Lagardère.
El grupo, que opera en sectores que abarcan desde la comunicación a la industria aeroespacial, ha ampliado sus presencia en los medios para disminuir su dependencia del negocio de defensa.
Lagardère bajó ayer un 0,64% en Bolsa. 'Lo más decepcionante es que han renunciado a la distribución, que suponía gran parte de las sinergias', decía un analista del grupo Pictet en Ginebra. Société Générale considera que el acuerdo es positivo para Lagardère porque ha pagado un precio razonable.
Reivindicación de las pequeñas editoriales
Las exigencias de la Comisión Europea para dar el visto bueno a la compra de Editis responde a en parte a las reivindicaciones de las pequeñas editoriales y librerías francesas, que temían la posición dominante de Lagardère tras la operación. Las independientes están a favor de que la venta del negocio de distribución sea en bloque 'para crear una alternativa y aumentar la competencia'. La Comisión no exigirá la venta en bloque, aunque sí tendrá que aprobar la operación.