El margen de actuación del gestor de un garantizado depende de la comisión
El porcentaje de revalorización de las Bolsas del que pueden beneficiarse los partícipes de fondos garantizados depende de dos elementos. Del margen que obtiene la gestora en compensación por su negocio de invertir y hacer fructificar el dinero de los clientes y del margen que tiene para poder comprar un mayor número de opciones.
El proceso es, en términos muy esquemáticos, como sigue. En el momento de lanzar al mercado un fondo garantizado de renta variable, la gestora tiene que hacer un supuesto de revalorización del fondo. Para ello ha de tener en cuenta todos los elementos que afectan el día a día del valor liquidativo, empezando por las comisiones de gestión y depósito; también el impuesto de sociedades (que para un fondo de inversión es del 1%); los diferentes gastos en que incurre el fondo, desde los de auditoría a los costes de transacción. Igualmente tiene que hacer una hipótesis sobre el tipo de interés al que prevé que va a poder reinvertir los cupones que cobre por la cartera de renta fija a la que destinará la mayor parte del dinero captado en el periodo de suscripción. Y, finalmente, también tendrá que calcular cuál es su margen financiero o 'riesgo de inmunización': el vencimiento de los bonos en los que invierta puede que no case exactamente con el vencimiento de la garantía del fondo.
Tendrá, después, que restar todos los costes del tipo medio que tienen los bonos que van a estar en cartera. De forma que, si ese tipo es del 4%, el 'tipo verdadero' para el partícipe se puede quedar reducido a, digamos, el 2%. Ese 2% del patrimonio inicial es el margen de que dispone la gestora para comprar opciones de compra sobre el índice o la cesta de índices a cuya revalorización quiera ligar la rentabilidad final del fondo. Aunque los cálculos hay que hacerlos descontando los diversos flujos, podríamos decir, simplificando, que, si el margen es un 2% y el coste de las opciones es del 4%, la revalorización de éstas sólo podrá afectar al 50% del patrimonio del fondo.
Por eso es muy importante que el fondo garantizado cargue las comisiones más bajas posibles dado que, de otra forma, ese porcentaje disponible para invertir en opciones se reducirá y con él el porcentaje de la revalorización del índice a que podrá acogerse el fondo.
La queja de que, cuando el fondo garantizado se instrumenta mediante un fondo de fondos, como en el Superselección, se termina pagando una doble comisión (por el fondo comprado y por los fondos en cartera) la enfrentan los gestores con un sencillo argumento: un fondo de fondos garantizado de renta variable no invierte en fondos, sino en renta fija igual que los más convencionales. Se diferencia de éstos en que compra opciones de compra sobre una cesta de fondos, no de índices de Bolsa. Los fondos se eligen entre los que mejor relación rentabilidad-riesgo han mostrado entre los de su categoría, lo que quiere decir que la pericia del gestor ha superado el lastre de la comisión.