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Los dolores que se padecen en la oficina

Un 70% de los españoles aseguró en la última encuesta nacional de salud gozar de una vida saludable. ¿Pero quién no ha tenido alguna vez un dolor de cabeza insistente, una contractura en la espalda, dolor muscular o una incómoda artrosis? Cerca del 11% de la población española sufre dolores crónicos, según la encuesta Pain in Europe, avalada por la Sociedad Española del Dolor, que define este concepto como 'una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada con una lesión tisular, presente o potencial o descrita en términos de la misma'. Pese a que la buena salud de los españoles queda lejos de las cifras europeas, que sitúan el porcentaje en el 19%, y de las estadounidenses, que aseguran que el 13% de los trabajadores sufre regularmente dolores de cabeza, artritis, contracturas o dolores musculares, los costes derivados de estas cuatro dolencias arañan al año aproximadamente un 0,4% del PIB, es decir, algo más de medio billón de euros.

Y es que los dos millones de personas que padecen estas cuatro dolencias pierden una media de 16 días laborables. La cifra total de jornadas perdidas por estas causas hace que, por ejemplo, el número de días no trabajados por motivos de huelgas, 1.917 en 2001, según el Ministerio de Trabajo, parezca ridícula. El investigador jefe de la revista estadounidense Journal of the Amerian Medical Association aseguró a Bloomberg que el principal reto para los equipos directivos es que las dolencias son 'invisibles'.

El impacto laboral de este tipo de dolores tiene sus propias características. Mientras que en España, el 16% de los pacientes afirma que el dolor afecta directamente a su trabajo, en Europa la cifra asciende al 16%. 'Se ha demostrado que el dolor crónico cambia el día a día de las personas y su actitud ante todas las cosas, al situarlo en el centro de su vida', asegura Manuel Rodríguez, presidente de la Sociedad Española del Dolor. Irritabilidad, mal humor, incapacidad para concentrarse, desánimo y depresión caminan asiduamente por las oficinas.

Los dolores de cabeza, la artritis, las contracturas o los problemas musculares arañan cerca de un 0,4% del PIB al año

El tratamiento, seguido por el 73% de los pacientes, se enfoca 'teniendo en cuenta la causa, ya que en muchas ocasiones la enfermedad no tiene curación y el alivio de los síntomas se convierte en el principal objetivo', dicen en la Sociedad Española del Dolor. La cuestión está precisamente en el reconocimiento o no de los dolores crónicos como enfermedad o como síntoma. 'Estaríamos hablando entonces de enfermedades profesionales', delimitadas específicamente para cada profesión, 'y de la necesidad de revisar el listado de las mismas. Es importante hablar de enfermedades derivadas del trabajo en vez de enfermedades del trabajo para que un dolor de espalda sea tenido en cuenta', asegura Joaquín Nieto, secretario de siniestralidad de CC OO.

Los expertos aseguran que muchos de los casos podrían eliminarse si las empresas se aseguraran que los dolores son tratados. Según el informe Pain in Europe, el 22% de los pacientes ha llegado a perder el puesto de trabajo. Los dolores crónicos se padecen de media a los 51 años, sin diferencia de sexos. Y permanecen entre 9 y 20 años.

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