Enseña de tradición familiar
En 1968 comienza la trayectoria de Bodegas Muga en el histórico barrio de la Estación de Haro, emplazamiento de las más prestigiosas casas bodegueras de La Rioja. Fundada por Isaac Muga, la bodega continúa bajo la dirección de la misma familia, cuyas nuevas generaciones se han incorporado al negocio manteniéndolo ineludiblemente unido al apellido Muga.
Pero esta bodega es mucho más que un emblema de tradición familiar. Muga ha alcanzado prestigio y fama mundial por la excelencia de sus vinos, apostando por el roble como receta maestra.
En el hermoso caserón riojano donde está ubicada todo es madera de roble, que se utiliza en todas las fases del proceso de elaboración. En su interior se encuentran unos doscientos depósitos de diferentes capacidades para la fermentación y 14.500 barricas para la crianza, fabricados todos ellos por sus propios toneleros de forma artesanal y con el mayor de los esmeros a partir del mejor roble francés y americano. Sus tintos fermentan y envejecen en roble, un elemento también presente en la elaboración de los blancos, que fermentan en barricas nuevas, permaneciendo con sus lías durante varios meses.
Aunque resulta poco habitual encontrar otra bodega donde la presencia del roble sea tan definitoria, el secreto de esta firma no reside sólo en este noble componente. En Muga se cuidan todos y cada uno de los diferentes aspectos del nacimiento y desarrollo del vino para mantener esa calidad que les ha hecho famosos.
Sus viñedos (70 hectáreas) se encuentran en una de las mejores zonas de La Rioja Alta -la subzona más prestigiosa de la denominación-, en el valle de los ríos Oja y Tirón. En estas tierras, suelo y clima se alían para ofrecer unas condiciones excepcionales a la vid.
Un clima peculiar, que combina las influencias mediterráneas, atlánticas y continentales, y unos suelos arcillo-calcáreos son los responsables de una lenta y compleja maduración de las uvas, una característica que es sin duda la clave del potencial de calidad de los frutos de esta zona.
En los viñedos de Bodegas Muga la variedad estrella es la tempranillo, que se acompaña de otras variedades complementarias como las tradicionales mazuelo, graciano y garnacha. La vendimia se realiza entrado el mes de octubre, planificando con detalle el momento idóneo para lograr el grado óptimo de maduración del fruto. Las uvas se recogen en cajas de 25 kilos con el fin de evitar la rotura del grano y las fermentaciones prematuras, y antes de entrar en bodega pasan por una mesa de selección, donde se separan diferentes partidas en función de la calidad y se desestiman aquellos racimos que no reúnan los cánones de calidad Muga.
En la elaboración, además de las largas crianzas en barricas de roble, destaca el carácter artesanal que guía cada uno de los pasos del proceso. La bodega no filtra sus vinos ni les da tratamiento físico alguno, esperando a la decantación por gravedad que se realiza en el tino. Los trasiegos se realizan también por gravedad, es decir con caña de barrica a barrica. En la clarificación, se utiliza exclusivamente clara de huevo, un sistema caro y laborioso.
Actualmente esta bodega cuenta en el mercado con los vinos Muga (que se presenta en las versiones de tinto crianza y reserva, blanco y rosado), Prado Enea, comercializado con la categoría de gran reserva, y el tinto Torre Muga.
PRADO ENEA Tinto. Gran reserva 1995
Crianza: 36 meses en barricas de roble. Variedades: 80% tempranillo, 20% garnacha, mazuelo y graciano.Cosecha: 1995.Temperatura: 17 ºCPrecio: 26 euros.Un tinto clásico de Rioja. Con una larga crianza de 36 meses en barricas de roble, Prado Enea gran reserva 1995 presenta en cata un color rojo rubí-granate con un ribete en que dominan los tonos teja. Clásicos y complejos aromas de muy buena intensidad con destacada presencia de notas de cuero y tabaco sobre un fondo balsámico y de frutas compotadas. Sedoso, amplio y redondo con un elegante paso de boca y unas muy gratas sensaciones táctiles y un final largo en que reaparecen las notas de cuero y especiadas. Acompañante perfecto de platos como la codorniz rellena de trufa.
MUGA SELECCIâN ESPECIAL Tinto. Reserva 1998
Crianza: 30 meses en barricas de roble.Variedades: 70% tempranillo, 20% garnacha y 10% mazuelo y graciano.Cosecha: 1998.Temperatura: 18 ºCPrecio: 18 euros.Es el eslabón perfecto que une dos modelos interpretados a la perfección por la familia Muga: el maravilloso clasicismo del Prado Enea y la modernidad de Torre Muga. Precioso color rojo cereza picota con ribete granate suave. En nariz despliega con alta intensidad aromática elegantes notas de reducción, la secuencia aromática continúa con agradables notas tostadas, recuerdos de maderas nobles y ecos de fruta en confitura, para cerrar con complejos aromas especiados. En boca se muestra carnoso, sabroso y bien constituido, taninos en vías de integración le dan expresividad y una buena evolución en botella. Perfecto acompañante de carnes rojas a la brasa.
Saber de vinos
Zonas vinícolas del mundoHungría Si hay un país dentro de Europa Oriental que despunte en el terreno vitivinícola, éste es Hungría. Suelos volcánicos, clima continental y modos de elaboración tradicionales son sus valores, especialmente reconocidos a través de su obra maestra: el tokaji. Hungría presenta un compromiso con la calidad y no sólo dentro de sus míticos blancos dulces. Tras una etapa difícil donde el viñedo sufrió un tremendo retroceso (la superficie de cultivo se ha reducido de 250.000 hectáreas existentes en 1960 a las 110.000 hectáreas actuales), Hungría vuelve al mercado recuperando los valores perdidos.Regiones vinícolas. Se pueden identificar tres grandes regiones vinícolas, con un clima continental. La región situada entre la capital, Budapest, hasta el sur y delimitada por el cauce de dos grandes ríos, el Danubio y el Tisa, se extiende como una inmensa llanura, la Puszta, y se recoge en una de sus zonas de producción más importantes, Alföld. Allí se produce la mitad del vino del país, tintos ligeros y blancos dulces o semisecos muy populares en el mercado local. La segunda gran región es la que rodea al lago Balatón, donde se producen tintos y blancos. Por último, al norte del país se ubican las prestigiosas zonas de Eger y Tokaji, la primera dedicada a vinos tintos de gran calidad y la segunda mundialmente conocida por sus blancos secos y dulces. Esta clasificación resume la enorme diversidad de zonas y regiones productoras de Hungría, que se distribuyen en un total de 22 comarcas.Las variedadesHungría ha sabido conservar sus uvas autóctonas abriendo la puerta a las grandes variedades nobles. Así, encontramos magníficas adaptaciones de cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, pinot noir, sauvignon blanc, chardonnay, riesling, etc. Pero también nos dejamos conquistar por nombres tan exóticos como ezerjó, furmint (la gran uva del tokaji), mezesfehér, irsai olivér, hárslevelü, cirfandli, leányka en blancos y kadarka (la más antigua del país), kékoportó y kékfrankos.Los vinosAdemás del tokaji, el más renombrado, se elaboran vinos blancos, secos, ligeros y muy afrutados, la mayoría producidos en esa gran llanura de Alföld. En ocasiones estos vinos presentan una acidez excesiva, a excepción de sus chardonnay que suelen estar muy bien concebidos. Otros blancos de especial mención proceden de la zona del lago Balatón, donde se aprovechan los suelos volcánicos para la plantación de la mítica furmint, pero también acoge las grandes uvas blancas de Europa, que proporcionan un buen blanco afrutado. Al sur del lago despuntan tintos elaborados con cabernet sauvignon o con pinot noir. En la región de Eger se produce un tinto tradicional, el egri bikaver (sangre de toro), con el ensamblaje de diferentes uvas autóctonas e internacionales.
Torre muga Tinto. Cosecha 1998
Crianza: 18 meses en barricas nuevas de roble francés y americano.Variedades: 75% tempranillo, 15% mazuelo y 10% graciano.Cosecha: 1998.Temperatura: 18 ºCPrecio: 42 euros.Uno de los mejores vinos de nuestro país, precursor de un estilo que después seguirían otros. Hermoso color rojo cereza picota madura con ribete suavemente violáceo, muy cubierto de capa. Muy elegante, complejo y de alta intensidad aromática; las primeras notas que despliega corresponden a frutos rojos maduros y recuerdos balsámicos, más tarde aparecen notas de suave torrefacción cerrando con suaves ecos de chocolate y suero láctico. En boca es sabroso con una excelente estructura; taninos maduros y elegantes le dotan de un paso de boca aterciopelado, con amplitud y volumen. Complemento ideal de platos de caza de pelo o caza de pluma.