Estabilidad, doble rasero y alternativas
La ruptura del Pacto de Estabilidad por parte de los países que forman la UE, con el voto en contra de España y tres países más, ha provocado una polémica proporcional al conflicto institucional que genera, pero posiblemente desproporcionada en términos económicos.
Los déficit presupuestarios, en sí, no son buenos. Pero las cosas no se pueden plantear en términos tan simplistas. La economía es la ciencia de la elección, de los recursos escasos y los fines alternativos. Así, se entiende que en este asunto del Pacto de Estabilidad unos ciertos actores económicos han decidido que la menos mala de las alternativas en este momento era romper la baraja.
¿Cuáles son los problemas de esta alternativa en términos económicos? Sobre todo la creación de incertidumbre. Si esta vez se ha abierto la mano con Alemania y Francia, no hay nada que garantice que en un futuro el resto de los países miembros de la Unión no tome una decisión similar que termine perjudicando a todos, porque el endeudamiento y los altos tipos de interés que suponen un déficit estructural los paga el conjunto del área euro. Es lo que se llaman externalidades negativas.
Ahora bien, ¿cuál era la alternativa? Continuar con el procedimiento sancionador a Alemania y Francia como se continuó con Portugal. Este doble rasero ha sido uno de los elementos más criticados de la ruptura del pacto. Pero no está claro que ésta hubiese sido la mejor opción. Lo más conveniente para el conjunto de Europa en estos momentos es que Francia y Alemania tiren del carro y saquen la región del estancamiento.
Por eso, aunque el déficit sea malo, si sirve para activar la economía y si permite que las reformas estructurales sigan adelante, puede no haber sido la peor alternativa. Siempre y cuando se asuma la excepcionalidad de la situación y lo ocurrido esta semana no se convierta en un incentivo a la indisciplina. Y el doble rasero Portugal-Alemania es una mala noticia. Pero, ¿hubiese merecido la pena sacrificar un estímulo fiscal en aras de la justicia? No lo sabemos, pero Portugal votó con Alemania y Francia, y en contra de la Comisión.
Nada tiene que envidiar, por cierto, la situación presupuestaria alemana de la estadounidense. En ambas economías el déficit rondará el 3,5% este año y se situará sobre el 4% el que viene. Sobre el hecho de que EE UU gaste más de lo que gane se ha hablado menos. El debate se ha centrado más en hasta qué punto el déficit de Bush va a servir para sentar las bases de una recuperación sostenible. Y en estos mismos términos debería plantearse en Europa.