Las bodas de oro de los Premios Ondas
Han transcurrido cinco décadas desde que el locutor chileno Bobby Deglané y el protagonista de seriales radiofónicos Pedro Pablo Ayuso inauguraron la andadura de los Premios Ondas recibiendo sendas estatuillas como mejor locutor y mejor actor de la radio nacional. El galardón creado por la Sociedad Española de Radiodifusión (SER) iniciaba así su trayectoria en 1954 para premiar a profesionales y programas de radio que habían logrado hacerse un hueco en el corazón de los oyentes del país. Un año antes tomaba forma al proyecto, coincidiendo con la celebración del 30º aniversario de Radio Barcelona. Sus promotores se inspiraron para bautizar el premio en la revista de la época Ondas, creada en 1925 por Unión Radio Madrid para promocionar las emisoras radiofónicas madrileñas.
Dos años más tarde de su nacimiento, los Ondas quisieron también reconocer trabajos procedentes más allá de los Pirineos y se creó una categoría para galardonar a profesionales y programas europeos. La británica BBC y la RAI italiana resultaban prácticamente imbatibles. A partir de ese momento, los Ondas iniciaron una carrera para no quedar únicamente delimitados al mundo de la radio. La reina de la televisión Laura Valenzuela lo fue también de la edición de los Ondas de 1957, primera en la que participó el nuevo medio de comunicación y principal competidor de la radio. Se cumplía justo un año de la llegada del televisor a España. En 1969 también se comenzó a premiar a personajes y producciones del otro lado del Atlántico. Un giro de 180 grados en la organización de los Ondas se produce en 1983, cuando se estableció que los programas que querían optar al premio debían competir en concurso. Ya en la pasada década se crearon las categorías de cine y música. En la dedicada al séptimo arte, que data de 1991, Maribel Verdú se hacía con el premio de mejor actriz por Amantes, que también logró vencer como mejor película. En 1992, los Ondas se abrieron a la música. Presuntos Implicados y U2 fueron algunos de los galardonados en la recién estrenada categoría.
Los premiados de ayer noche ya forman parte de la historia de los Ondas. Como en las últimas ediciones, Iñaki Gabilondo y Gemma Nierga volvieron a actuar de maestros de ceremonias en la fiesta de entrega, que como cada mes de noviembre desde 1954 tiene lugar en Barcelona. En esta ocasión, el jurado falló tras seleccionar entre un total de 264 candidaturas procedentes de más de 20 países. Sólo 30 afortunados del ámbito de la televisión, publicidad, radio, cine y música marcharon a casa con el galardón bajo el brazo. Alejandro Sanz, que subió al escenario del Barcelona Teatre Musical en dos ocasiones para recoger los premios como mejor artista y mejor canción por No es lo mismo, fue el protagonista de la noche. En la categoría musical, La Oreja de Van Gogh recibió el premio al mejor álbum y Las Niñas el de mejor videoclip. Phil Collins, Sting, Miguel Bosé y Dido fueron los encargados de amenizar la velada.
Julia Otero, la serie Cuéntame cómo pasó, Las noticias del guiñol, de Canal +, y Te doy mis ojos, de Iciar Bollaín, también resultaron premiados. En esta ocasión, la organización de los Ondas entregó galardones extraordinarios a Matías Prats por su currículum en radio, Narciso Ibáñez Serrador por su labor en televisión, Gallina Blanca por su presencia en publicidad y al periodista mexicano Jacobo Zabludowsky. Horas antes a la gala, un grupo de premiados calmaba los nervios en la recepción que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, les ofrecía en el Palacete Albéniz.