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Gabriel Hawawini

'Al ejecutivo le hace falta tener una visión global del negocio'

Tiene una visión global sobre lo que debe ser la formación de los altos directivos. Su paso por la Universidad de Nueva York, Columbia o Wharton, hace de Gabriel Hawawini, decano de la escuela de negocios francesa Insead, ubicada en Fontainebleau (Francia) desde 1957, todo un experto del aprendizaje ejecutivo. La semana pasada impartió en las oficinas del SCH en Madrid una conferencia sobre La banca de inversión en el siglo XXI, organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de Insead en España.

Pregunta. Usted se encuentra en una posición de privilegio para conocer la demanda formativa de los altos ejecutivos, ¿cómo ha evolucionado en los últimos años?

'El 95% de los directivos saben lo que tienen que hacer y cómo deben comportarse'

respuesta. En general, observo que en los últimos años ha habido algunos cambios en este sentido, de manera que hemos pasado de un conocimiento puramente técnico hacia una búsqueda del conocimiento más encaminado al liderazgo. Lo que buscan los directivos es sobre todo poder aplicar dentro de la empresa toda la información que recibe en la escuela de negocios. Nosotros le ayudamos a ello. Tienen que saber comunicar y liderar proyectos. Nos preocupamos de que sepan transmitir lo que han aprendido. Uno de los ejercicios que tienen que hacer los alumnos de Insead es presentar y exponer un trabajo ante el consejo de administración de una compañía.

P. ¿A las empresas les preocupa la formación de sus profesionales?

r. El fenómeno ha cambiado en los dos o tres últimos años, las empresas que invierten en formación para sus directivos quieren ver luego cuál es el desarrollo directo de esa inversión, analizan el retorno de esa formación. Ahora se lo piensan más cuando tienen que formar a alguien. A partir de la crisis económica, han cambiado las prioridades y las necesidades de las empresas. Antes se veía la formación como un premio. Cuando alguien quería compensar a un profesional por algo le pagaba un máster de alta dirección. Y la formación que se ofrecía era más bien generalista. Ahora todo ha cambiado y más que una inversión para el individuo lo es para la empresa. Por ese motivo, las empresas demandan programas más a la medida de sus necesidades.

P. ¿Centrados en qué temas?

r. Les preocupan temas como la globalización, poder desarrollar y preparar estrategias para competir en el mercado internacional. Una de las grandes preocupaciones de las empresas es, en estos momentos, competir en mercados internacionales; por ello persiguen una visión global de los negocios.

P. ¿Es la principal carencia de los altos directivos?

r. Probablemente, una de sus dificultades sea que están demasiado especializados, sobre todo en temas económicos, pero les falta tener una visión más global de los negocios. Ahí es donde tienen un amplio camino por recorrer.

P. A raíz de algunos escándalos financieros se puso en entredicho la ética de algunos directivos y se animó a las empresas a implantar programas de buen gobierno. ¿Las escuelas de negocios tienen que implicarse en la formación sobre estos temas?

r. No creo que haya que educar a los directivos sobre ética. La mayoría de la gente tiene un comportamiento óptimo y no creo que haya que formarla en estos asuntos. Creo que sí deberían tener más conciencia, y ahí las escuelas de negocios podemos tener un papel importante, de responsabilidad social, de cómo las empresas deben contribuir a la sociedad.

P. ¿Pero hay algunos que se olvidan de esos valores?

r. El 95% de los ejecutivos saben lo que tienen que hacer y sabe cómo debe comportarse. Lo que necesitan conocer es cuál es el objetivo y la estrategia que tiene la empresa para la que trabajan. Tenemos que incidir más en el contexto de cómo hay que hacer las cosas para crecer.

'Es importante estar en lo más alto'

Gran prestigio. La escuela de negocios francesa Insead se encuentra entre los centros más cotizados del mundo. En opinión del decano de la escuela, 'es importante estar en lo más alto de los ránkings'.Una de las razones que alega Gabriel Hawawini se refiere al prestigio que otorgan este tipo de clasificaciones y que hacen que los posibles alumnos se interesen por una determinada escuela. Es el escaparate perfecto para atraer a los mejores estudiantes.Para Hawawini hay diferencias notables entre las escuelas de negocios estadounidense y las europeas. El secreto está en que las segundas abordan los temas o los problemas desde distintos puntos de vista. 'No hay nunca una única respuesta', afirma.En cuanto al nivel de formación de los altos ejecutivos españoles, asegura que es muy difícil generalizar, pero aconseja a todos los profesionales continuar formándose a lo largo de toda la vida.'Cada vez se genera más información y conocimientos, por lo que hay que seguir aprendiendo para poder atender las necesidades de las empresas y poder ser competitivo', señala el decano.Asegura que los profesores de las escuelas de negocios, en concreto Insead, tienen que trabajar estrechamente con los empresarios para detectar y estar al tanto en todo momento de sus necesidades y requerimientos formativos para sus profesionales.

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