Amor y guerra en la gran pantalla
Asus casi 50 años, Bruce Willis vuelve a ponerse uno de los trajes que mejor le sienta, el de las películas de acción. Tras un periodo de cuatro años sin pisar el género, el actor se pone a las órdenes de Antoine Fuqua en Lágrimas del sol. El director demostró que la acción no está reñida con la elegancia en Training day, la película que le valió el Oscar en 2001 a Denzel Washington.
Willis encarna a un teniente que tiene que llevar a su equipo a la jungla de Nigeria con objeto de rescatar a una doctora (Monica Belluci). Pero ella no irá a ningún sitio si no es con un grupo de refugiados. El equipo artístico recibió entrenamiento de un veterano de la Marina de EE UU en este trabajo, cuyo presupuesto es de 70 millones de dólares.
Del responsable del resurgir de la comedia romántica británica, Richard Curtis, llega Love actually. Curtis se pone por primera vez tras la cámara para contar diez historias de amor ambientadas en Londres, que acaban por cruzarse y cuyo desenlace coincide con Navidad. La película cuenta con un atractivo reparto, integrado por Hugh Grant, Liam Neeson, Emma Thompson, Colin Firth, Rowan Atkinson (Mr. Bean), Laura Linney o Billy Bob Thornton. Curiosamente, Grant es un primer ministro británico enamorado de su secretaria, que tiene un incidente durante la visita del presidente de EE UU.
La cartelera rinde homenaje al director Yasujiro Ozu en su centenario con el estreno de Buenos días y Cuentos de Tokio, consideradas sus dos obras maestras.
De India llega Samsara, precedida del éxito conseguido en Francia y EE UU. El director Pan Nalin ha invertido siete años en este proyecto rodado en el Himalaya.
El cine español trae esta semana dos adaptaciones de novelas de éxito, La hija del caníbal, escrita por Rosa Montero, y Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, original de Pablo Tusset. Esta última supone el debut en la dirección de Paco Mir, componente de Tricicle. Y otro debut, el de la guionista Ángeles González-Sinde (La buena estrella), que se estrena en la dirección con La suerte dormida.