'España compra más Playstation que Alemania'
Está al frente de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento desde 1999. Esta patronal se siente abandonada por los Ministerios de Ciencia y Tecnología y Cultura y busca poner el videojuego al nivel del cine
El sector del videojuego ya mueve tanto dinero como el del cine. En España salen al mercado cada año entre 1.200 y 1.500 títulos. La competencia es feroz y muchos productos, pese a ser buenos, se quedan relegados por lanzarse al mismo tiempo. En estas fechas, la guerra comercial está más avivada que nunca. El 40% de los ingresos de la mayoría de las empresas depende de su campaña navideña.
Pregunta. ¿Qué razones ve usted para que el negocio del videojuego sea el de mayor crecimiento en la industria del ocio?
Respuesta. El videojuego ha tenido un comportamiento de dientes de sierra a lo largo de su historia, pero la situación parece haberse superado. Primero, porque ha dejado de ser un producto infantil y ya se ve como un entretenimiento válido para adultos. Y, segundo, por el desarrollo de la tecnología. Ya no hablamos de matamarcianos; ahora tiene unas posibilidades de desarrollo casi ilimitadas, como el cine. Las estructuras del cine y del videojuego se parecen cada vez más. De ahí la insistencia de que se conceptúe al videojuego como un entretenimiento más próximo al cine que a un juguete.
P. ¿Qué facturación manejan y cuáles son las previsiones para este año?
R. En 2001, el videojuego generó 580 millones de euros y en 2002 la cifra se elevó a 710, un 23% más. Y ello gracias, en gran parte, a la aparición de la Playstation 2. El crecimiento se calificó de histórico. En España ya hay más consolas de Sony que en Alemania o Italia. Estamos superando a países que tradicionalmente nos sacaban mucha diferencia. La previsión para este año es subir un 18%. Las expectativas son muy positivas, porque hay una gran variedad de plataformas (la X-Box, de Microsoft, o la Game Cube, de Nintendo, por ejemplo). Además, se aproxima otra dimensión: el juego móvil, con plataformas de bolsillo como la N-Gage de Nokia.
P. ¿No es desproporcionado que una consola cueste hoy casi lo mismo que cuatro videojuegos?
R. Ocurre algo parecido al mundo de los móviles, donde lo que hay que capitalizar es el consumo, no el soporte. Las consolas están por debajo de su precio de producción porque el objetivo es vender muchas máquinas y generar más demanda de videojuegos. Ahí está el beneficio. Todo el que desarrolla en plataforma Playstation tiene que pagar a Sony un royalty.
P. Pero, ¿por qué son tan caros los videojuegos?
R. Porque tienen una cantidad de costes que la gente ignora. Muchos creen que la inversión está en el soporte físico (CD o DVD) y no es así. Detrás hay mucha gente que lleva varios años haciendo un desarrollo y eso tiene un coste enorme que hay que amortizar vía precio. No hay alternativa. Ese valor lo configuran muchos elementos: el desarrollo, la edición, la distribución, los royalties. Hay poca maniobra para abaratarlo. Sólo puedes bajarlo cuando el producto deja de ser novedoso y pasa a serie platino. Pero creo que se irán abaratando según crezca la competencia.
P. ¿Es cierto que la crisis económica ha hecho que las empresas aparquen nuevos proyectos e intenten alargar desarrollos que ya tenían con nuevas versiones?
R. Sí, pero no por la crisis, sino por una cuestión de reestructuración. Es muy caro crear un videojuego y lo que se está haciendo es centralizar los desarrollos. No vale ya tener un equipo en Gran Bretaña, otro en Canadá y otro en Singapur. Quieren rentabilizar al máximo equipos e ideas.
P. ¿Qué expectativas ve para los juegos móviles?
R. Creo que tendrá un volumen astronómico. Quizá sea caro en este momento: tres euros para bajarte un videojuego no es asequible para que se convierta en algo masivo. Su éxito dependerá de las posibilidades que tenga el móvil de recrear un entretenimiento realmente digno. Si lo hace, el éxito está asegurado. La tendencia es la movilidad.
'El Gobierno no tiene interés en esta industria'
El sector español del videojuego 'esta fatal, salvo Pyro Studios', dice Iglesias. La razón, apunta, es que hacer un videojuego cuesta unos seis millones de euros y la gente no está dispuesta a correr esta aventura inversora sin un éxito mínimamente asegurado. 'Y para lograrlo hay que vender en el exterior, porque con el mercado nacional no se amortiza una inversión así'.Según Iglesias, en España hay personas capacitadas, pero falta capital. 'Hay empresas pequeñas con desarrollos modestos, pero no les vaticino buen futuro, porque el Gobierno no tiene el más mínimo interés en fomentar esta industria'.Adese explica que se acaba de reunir con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y 'este tema lo ven desde lejos'. 'No hay inquietud en ver el videojuego como algo atractivo desde el punto de vista de riqueza nacional, de creación de empleo, de desarrollo tecnológico'. La Adese critica su desubicación ministerial. 'Tampoco el Ministerio de Cultura ve el videojuego como un elemento integrado en cultura'.