Hacienda rechaza el sistema de pago del AVE creado por Renfe
Dos años y medio después de anunciar la adjudicación de 32 nuevos trenes de alta velocidad para la línea Madrid-Barcelona, Renfe todavía no sabe cómo va a financiar el pedido, que asciende a 740 millones de euros.
La operadora, con el respaldo del Ministerio de Fomento, había definido un sistema de financiación mediante renting (alquiler y mantenimiento incluido, sin opción a la propiedad final de los vehículos) que le permitiera no reflejar el coste en el pasivo del balance, ya de por sí muy lastrado por las deudas. La operación se articularía mediante un acuerdo con la sociedad financiera británica Angel Trains, que sería la propietaria efectiva de los trenes.
Sin embargo, el Ministerio de Hacienda, a través de la Intervención General del Estado, organismo que fiscaliza las cuentas de los organismos públicos, ha bloqueado ese propuesta al considerar que ese pasivo sí debe aparecer en el balance de Renfe, según fuentes solventes de esta empresa.
Imagen fiel
El departamento que dirige Cristóbal Montoro considera que la segregación de esa deuda podría desvirtuar la imagen fiel de la situación patrimonial de Renfe, así como la transparencia y solvencia de las emisiones de pagarés de Renfe, muy voluminosas. Los inversores que compran papel de la compañía pública deben disponer, a juicio de la ortodoxa Intervención General, de una imagen fiel del balance y, por tanto, dado el sistema ideado para articular la compra, la deuda debe aparecer en libros.
El problema para la sociedad que preside Miguel Corsini es que si consta ese pasivo, previsiblemente la calificación de la deuda empeorará y, por tanto, será más caro para la sociedad financiarse en el mercado.
El trastorno se agudiza más si se tiene en cuenta que en un plazo de seis meses Renfe se desgajará en dos, la infraestructura se fusionará con el GIF y la actividad de transporte se integrará en una sociedad nueva, Renfe Operadora, que debe estar preparada para competir en el mercado liberalizado. Su nivel de deuda será clave para competir y a estas alturas no está cerrado con el Ministerio de Hacienda cuánta deuda, de los 7.000 millones que acumula Renfe, se asignará a cada parte y cuánta será asumida por el Estado.
Por eso, tras conocer el rechazo del ministerio, la dirección de Renfe se ha puesto manos a la obra para elaborar otra propuesta de financiación que sí permita desgajar esa deuda del balance.
La iniciativa podría ser presentada a los máximos órganos de control de la compañía a finales de este mismo mes.
¿Cómo se financiará tanta inversión?
En los últimos meses Renfe se ha lanzado a invertir en la compra de trenes, que se suman a los 1.200 millones de euros ya comprometidos hace dos años en adquirir tres tipos diferentes de unidades AVE para el Madrid-Barcelona. Hace pocos días compraba 80 unidades de cercanías y 44 locomotoras de doble ancho de vía por algo más de 500 millones. Además acaba de anunciar un concurso para hacerse con otros 70 u 80 trenes de alta velocidad.En total, la compañía tiene previsto invertir hasta el año 2007 un total de 3.093 millones en nuevo material, según anunciaba la semana pasada el presidente de Renfe, Miguel Corsini. Pero con la liberalización en puertas y sin resolver el saneamiento de la enorme deuda histórica de Renfe, por falta de acuerdo entre Fomento y Hacienda, ¿cómo va a financiar la nueva Renfe Operadora todas estas inversiones?El establecimiento de un sistema de pago que no compute la deuda en el balance se considera esencial dentro de la empresa. Por eso el celo de Hacienda puede trastocar esos ambicioso proyectos de adquisición de trenes.