Fuente de coleccionistas
Estampa, el Salón Internacional de Grabado y Ediciones de Arte Contemporáneo, vuelve un año más a tentar a los aficionados al arte. Su propuesta: obra gráfica contemporánea a partir de 150 euros. La feria es una de las pocas que quedan en Europa dedicada a arte gráfico y su consolidación, después de once ediciones, se debe en buena medida a la respuesta del público. 'Estampa pone el arte contemporáneo al alcance de todos', insiste su directora, Isabel Pérez Morgade.
El visitante de Estampa es eminentemente joven y con estudios universitarios, que acude al salón por curiosidad, afición al arte, interés profesional o adquisición de obra, según los resultados de un estudio encargado por la organización a Gallup al término de la pasada edición. Otra de las conclusiones revela que diez de cada cien visitantes (80.000 en total) realizó alguna adquisición durante su visita a la feria. En 2002, Estampa generó un volumen de negocio superior a los 3,5 millones de euros, sin embargo, el grueso correspondió a operaciones cerradas en los meses posteriores a la celebración de la feria.
La organización aspira en la actual edición a aumentar la cifra de ventas y recibir un 10% más de visitantes. Para conseguir el objetivo, ha modificado el calendario, el emplazamiento, ha hecho un mayor esfuerzo en marketing y ha seleccionado más y mejores galerías.
Para empezar, el salón retrasa su apertura hasta el 26 de noviembre (cierra el 30) para no coincidir con otras ferias. Además, estrena emplazamiento en Madrid: el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Allí, la organización ha reservado 9.000 metros cuadrados a los 102 expositores -10 más que en 2002-, entre galerías y editoras de arte. Del conjunto, el 25% proceden de Alemania, Argentina, Bolivia, Francia, Israel, Italia, México, Puerto Rico y Portugal. De todos, Francia, con ocho galerías, y Argentina, con siete, son los países con mayor representación en el salón.
Madrid, con 39 galerías, Cataluña y Andalucía, con ocho cada una, son las comunidades autónomas con una presencia más numerosa.
Las galerías mostrarán más de 2.000 piezas de 900 artistas. Entre ellos, grandes maestros de las vanguardias históricas del siglo, como Miró, Dalí, Picasso o Braque, y artistas consagrados de la segunda mitad del siglo XX, entre los que se encuentran Saura, Canogar, Feito, Manolo Valdés, Chillida, Gordillo, æscaron;rculo, Lucio Muñoz, Barceló o Tàpies -por cierto, que el flamante Premio Velázquez es el artista más representado en la feria-.
Las galerías traen a esta edición de Estampa creaciones tanto de obra gráfica en todas sus técnicas (calcografía, serigrafía, xilografía, linograbado, litografía, aguafuerte o aguatinta), como escultura o fotografía. La organización solamente pone un límite, que todas las ediciones sean limitadas.
Por quinto año consecutivo, las creaciones clásicas en el mundo de la edición artística conviven con las nuevas tendencias y experimentaciones en el espacio de las Tentaciones. En la actual edición se han seleccionado proyectos de 17 artistas, en los que las videoinstalaciones son las protagonistas junto con esculturas, tejidos, estructuras de acero o cristal e incluso composiciones basadas en papel de arroz. Su objetivo: involucrar al espectador en la obra.
Estampa expone obra gráfica, escultura y fotografía. Como dicen en la organización, 'todo lo que es editable tiene cabida en la feria'. En las imágenes, algunas piezas que las galerías llevan este año a Estampa. Arriba, Hallelujah, de Moshe Castel. Abajo, de izquierda a derecha, escultura del artista Arman; Inharmoniques, de Antonio Saura, y Diciembre I, de Luis Feito.