Los sindicatos avisan a Rajoy de que sólo habrá reforma si hay consenso
El último anuncio de una futura reforma laboral formulado por el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha generado 'inquietud, decepción y escepticismo' entre las filas sindicales. Así lo expresó ayer Cándido Méndez, quien explicó que lo propuesto por Rajoy 'sigue los pasos de (José María) Aznar en 2000, cuando ganó las elecciones y nos llamó para proponernos una reforma laboral. ¿Cómo acabó?, mal'.
Recuerda así los primeros momentos de lo que terminó siendo una reforma en abril de 2001 que no contó con el aval ni de los sindicatos ni de la patronal y que se convirtió en la antesala de lo que en mayo de 2002 fue conocido como decretazo y que provocaría la primera huelga general al PP, en junio de 2002. Méndez recordó, en cualquier caso, que ninguna reforma laboral que no vaya respaldada por patronal y sindicato ha tenido éxito, ni económico ni social.
Más conciliador pero alertando también sobre la necesidad de que cualquier modificación laboral sea negociada con los sindicatos, el secretario de política institucional de CC OO, Salvador Bangueses, interpretó la propuesta de Rajoy como 'una oferta de diálogo'. Dicho esto, confió en que las negociaciones no se limiten sólo a la 'primera semana' de mandato, sino que se extiendan el tiempo que haga falta hasta alcanzar un consenso.
En cuanto al escaso contenido de la reforma avanzado por Rajoy, Méndez reprochó al candidato que prometa el pleno empleo 'y se quede en el enunciado' en lugar de fijar objetivos concretos para 2005, sin esperar a 2010. Tras esto, aseguró no entender cómo piensa el PP seguir rebajando impuestos y al tiempo aumentar las inversiones en formación y en nuevas tecnologías para lograr el pleno empleo.
CC OO estimó que se trata de contenidos 'electoralistas' que deben juzgar los ciudadanos. Por su parte, Izquierda Unida 'sospecha' que tras la propuesta de Rajoy se esconde un nuevo decretazo 'justificado en la coartada del pleno empleo'.
Méndez exigió también algo más de concreción en las propuestas y puso como ejemplo al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien cuando presentó unas propuestas contra la temporalidad laboral 'las acompañó con un decálogo de iniciativas'.
Escasa presencia del salario variable
Sólo el 20% de los trabajadores afectados por convenio tienen salarios variables, con una parte ligada a su productividad o a la consecución de objetivos. æpermil;sta es una de las conclusiones del análisis elaborado por UGT sobre los contenidos de los convenios en 2003. El informe añade que, en los convenios que recogen salarios flexibles, en la práctica no son tan variables, porque su periodicidad, cantidad y determinación para toda la plantilla los hace fijos.La práctica totalidad de los trabajadores (93%) ven calculado su aumento salarial partiendo del IPC previsto para 2003 más medio punto o un punto porcentual. Si bien una muestra de flexibilidad salarial es que el 82% de los trabajadores está afectado por la cláusula de inaplicación salarial, que permite a la empresa incumplir el salario mínimo del sector si atraviesa dificultades económicas. Además, sólo el 13% está afectado por cláusulas que limitan el encadenamiento de contratos y el 8,6% recomienda el uso del contrato a tiempo parcial para sustituir al temporal.