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Impuestos

Las reformas convierten al consumo en el primer motor de ingreso fiscal

Los profundos cambios en la fiscalidad operados en los últimos años, en especial las dos reformas del IRPF (1999 y 2002), han provocado una verdadera revolución en la distribución de la carga fiscal de los principales impuestos. Tanto es así que los tributos indirectos, ligados al consumo, se han convertido en los nuevos reyes de la recaudación frente a los personales.

Así, en 1993, los tributos indirectos aportaban el 42% de la recaudación neta. Sólo diez años más tarde (los últimos datos son los referidos a septiembre de 2003), esta aportación ha crecido en casi cinco puntos, hasta rozar el 47%. Si a ello se suman las tasas y precios públicos (3,4%), la aportación global supera la mitad de los recursos tributarios, por encima de la de los impuestos personales.

Por su parte, los tributos directos han experimentado una evolución en sentido contrario, perdiendo peso de forma paulatina, hasta acaparar a finales de septiembre de este año menos de la mitad (49,8%) de los ingresos tributarios. Y es que los tributos indirectos tienen una indiscutible ventaja sobre los directos que no pasa desapercibida por el Gobierno: su facilidad de recaudación sin resistencia psicológica. Recaudar mientras el contribuyente se toma una cerveza o echa carburante a su automóvil pasa mucho más inadvertido que retratarse todos los años frente a Hacienda. Además, no es necesario un sistema de inspección tan complejo y costoso como el IRPF.

La mayor parte de la presión fiscal incide sobre las cotizaciones sociales seguida por los impuestos indirectos

Con todo, el impuesto sobre la renta sigue siendo el tributo por excelencia del sistema tributario aunque a muy poco camino se encuentra ya el IVA, la nueva estrella emergente.

Los hechos son contundentes. La aportación del IRPF a la recaudación global ha caído 10 puntos en los últimos ocho años, desde el 45% de mediados de los años noventa hasta el 35,2% actual (a septiembre).

Ello se ha producido, en primer lugar, debido a las rebajas que ha sufrido el impuesto (en 1999 y, la última, en 2002) que, aunque no han recortado los ingresos en términos absolutos sí han limitado su capacidad de crecimiento. En segundo lugar, por el aumento exponencial de los ingresos por IVA, sobre todo en épocas de expansión económica, en donde el consumo es una de las claves principales del crecimiento económico. La nueva forma de recaudación, centrada en tributos indirectos, es criticada por muchos fiscalistas y partidos políticos de la oposición por razones de justicia distributiva. Argumentan que, mientras el IRPF y el impuesto de sociedades se ajustan a la capacidad tributaria del contribuyente, los ingresos por IVA o impuestos especiales se obtienen con independencia de la renta del contribuyente. Desde el Ministerio de Hacienda, se avisa que esta crítica debe matizarse, ya que la rebaja de impuestos directos genera creación de empleo que multiplica, a su vez, la recaudación de todos los tributos.

Sea como fuere, lo cierto es que un vistazo a la presión fiscal (entendida como ingresos tributarios en relación al PIB), ofrece una radiografía precisa de quién está soportando la carga tributaria en el país. En 2002 (último ejercicio del que se dispone de datos homogéneos), la presión fiscal global nacional alcanzó el 35,5% del PIB. Las cotizaciones sociales absorbieron la mayor parte (12,6% del PIB), seguida de los impuestos sobre la producción y las importaciones (similares a los indirectos), con un 12,1%. En tercer lugar, figuran los impuestos personales (renta, patrimonio, sociedades), con un 10,9%.

Los cinco principales y su proyección en 2004

IRPFRecaudación Por este impuesto se recaudó el año pasado 44.335 millones de euros, de los que 12.000 millones se repartieron entre las comunidades, según el acuerdo de financiación autonómica.Previsión Este año ha sido el primero en hacerse efectiva la reforma de 2002 en las retenciones de los trabajadores, sin que haya caído la recaudación. Para 2004, Hacienda prevé un crecimiento moderado, del 5,5%.SociedadesRecaudación El impuesto de sociedades aporta el 13% de los ingresos tributarios del Estado. El año pasado fue un ejercicio excepcional (21.000 millones de ingresos) en donde las empresas afloraron plusvalías para aprovecharse de los cambios legislativos.Previsión El Gobierno espera un crecimiento de los ingresos del 8,8% para 2004 y ha rechazado una rebaja generalizada de las cotizaciones.IVARecaudación Es la nueva joya de la corona. Uno de cada tres euros de los ingresos tributarios del Estado se recauda ya a través del IVA. Hasta septiembre se llevan ingresados 30.485 millones, frente a los 33.546 millones del IRPF.previsión El Gobierno estima un incremento de la Recaudación del 7,9% en 2004, por encima del aumento del PIB nominal, fruto del empuje de la demanda interna.EspecialesRecaudación Absorbe un 13% de la recaudación global, un jugoso pastel que supera los 16.000 millones de euros anuales. La mayor parte corresponde a los impuestos sobre hidrocarburos y tabaco.Previsión Para el próximo año el Gobierno ha congelado los impuestos especiales. Sin embargo, comunidades como Galicia y Asturias han aprobado recargos a las gasolinas para financiar la sanidad.TasasRecaudación Su peso en el total de la recaudación no es relevante (3,4%) pero se ha triplicado en muy pocos años.Previsión El Estado ha ido creando en los últimos ejercicios una serie de tasas ligadas a la seguridad en el transporte (aéreo, ferroviario) y uso del espacio radioeléctrico. Se han sumado comunidades y ayuntamientos, con la actualización para 2004 de las mayor parte de sus tasas y precios públicos.

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