Una recuperación no tan firme
Latinoamérica retorna, poco a poco, a la estabilidad económica y financiera. Pero lo hace a un ritmo más lento del previsto y sin que las principales economías hayan solucionado todavía sus problemas de fondo.
Tras dos años de pesadilla, Argentina es el país que crece más deprisa, pero con sombras. Brasil y México van más rezagados, aunque encarrilados en la ortodoxia económica que demandan los mercados. Y Chile aparece como el alumno aventajado, una condición que, de hecho, ya le permitió ser el más resistente a la volatilidad externa.
En líneas generales, los analistas y bancos de inversión coinciden en que 2004 será mucho mejor para la región que 2003, pero nadie da por enterrada la posibilidad de que resurjan malas noticias.
Los analistas piensan que 2004 será mejor para la región, pero creen que queda mucho por hacer
Así, al analizar los llamativos datos de producción y consumo en Argentina no se puede perder de vista que se comparan con un 2002 desastroso, por lo que 'habría que esperar a 2004 antes de dar por sentada la robustez de la recuperación', advierte David Martínez, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
En todo caso, la mejora de la inflación consecuencia de la apreciación del peso es un paso importante hacia la estabilidad, aunque el futuro del país sigue pendiente del desenlace en el tira y afloja que se mantiene con las empresas extranjeras. En Brasil, en contra de las expectativas de los mercados a finales de 2002, el nuevo Gobierno se ha propuesto adoptar las medidas necesarias no sólo para consumo interno -reducir la pobreza y las desigualdades-, sino para hacer al país atractivo a la inversión extranjera. La reforma tributaria y de la Seguridad Social y la autonomía del Banco Central son cambios estructurales clave. Los tipos de interés han descendido 750 puntos básicos desde el mes de mayo y 'ya hay síntomas de reactivación del consumo y la industria doméstica', explica Mercedes Camacho, de Safei.
En México 'se nota la dependencia de Estados Unidos', afirma Jesús Martínez, de Standard & Poor's. Para AFI, 'es el país que peor pinta tiene por los problemas de competitividad y la evolución más volátil del peso'. Las entradas de capital aún no son suficientes para compensar el déficit corriente y evitar la depreciación de la divisa y Fox no tiene tan fácil sacar adelante las dos reformas más urgentes para el país, la del sector eléctrico y la tributaria.