American Express explica cómo ahorrar un 64% al gestionar viajes
La incertidumbre no termina de despejarse en el panorama económico. En un momento en que las compañías exprimen su imaginación para reducir costes, American Express y la consultora AT Kearney han elaborado un estudio que propone soluciones para ahorrar hasta un 64% en los gastos administrativos de los viajes de empresa.
El informe se ha hecho comparando 75 empresas europeas y la conclusión es que 'si bien la mayoría de las compañías han avanzado en el control eficaz de los costes directos de sus viajes, la gestión de los costes indirectos aún presenta un gran potencial de mejora'. Una capacidad que el análisis cifra en un ahorro medio de 300 euros por viajero y año.
El estudio identifica cuatro áreas en las que una buena práctica permite reducir los gastos entre un 45% y un 95%: solicitudes de reembolso de gastos, reserva de viajes, anticipos de efectivo y facturación. La base es aplicar al máximo las nuevas tecnologías.
Así, en el caso de las solicitudes de reembolso de gastos, una buena gestión pasa por la utilización de impresos online y el reembolso electrónico.
Para la reserva se aconseja minimizar los trámites burocráticos de autorización, utilizar los servicios online y consolidar toda la gestión en una única agencia.
Respecto a los anticipos de efectivo, la propuesta es suprimir ésta práctica y sustituirla por tarjetas corporativas. En esta línea, el mensaje sobre facturación es 'canalizar todos los gastos a las tarjetas corporativas de cada viajero, en lugar de optar por una facturación centralizada'. En este caso, American Express asegura que los costes pueden reducirse hasta ser prácticamente irrelevantes.
Los costes administrativos equivalen por término medio al 5,6% de la factura total de los gastos directos, pero su rango se sitúa entre el 2% y el 23%, lo que supone que por cada 1.000 euros, las empresas soportan de 20 a 230 euros de cargas adicionales. Como señala Íñigo Aranzábal, de AT Kearney, 'éste era un tema residual hace unos años, pero con la coyuntura actual, la presión para reducir estos costes alcanza ya a todas las empresas'.