Mayordomos que regalan tiempo libre
Los conseguidores ayudan a organizar las horas de ocio y resuelven tareas cotidianas
Una meca de todo golfista es hacer unos hoyos en el Augusta National, sede del Masters de EE UU. Pero en Augusta sólo juegan los socios (una lista muy selecta de 300 personas). ¿Aun así está empeñado en recorrer el green de los chaquetas verdes? Para hacer realidad este sueño no debe frotar una lámpara mágica, basta con que llame a su asistente personal. ¿Que no tiene asistente? Pues ya va siendo hora.
Gestores del ocio o conseguidores son los nuevos profesionales que están surgiendo a la luz de una idea de negocio recién llegada a España y de larga tradición en Reino Unido y EE UU. Son las empresas de lifestyle management (gestión del estilo de vida) o concierge services (tan serviciales como un conserje). Su lema, 'sus deseos son órdenes'. Gordon Cameron, director general de Qudos, reconoce que es difícil dar con un término en español que defina todo lo que estas empresas pueden hacer por una persona. Una de esas cosas ha sido lograr que unos socios de Qudos jueguen en Augusta. Pero hay más.
¿No tiene quien vaya a recoger a los niños al colegio dentro de tres horas?, ¿necesita organizar una fiesta para 100 personas en menos de dos días?, ¿busca un billete de avión en el primer vuelo a Marsella? Blanca Martínez de Anguita y Carmen Pérez-Llorca, fundadoras de Altanos, afirman que 'no somos un teleurge, pero si nos lo piden, se hace'.
Para acceder al mundo del 'quiero esto y lo quiero ahora' hay que pagar una cuota fija. Una vez que se es socio sólo hay que pedir. 'Quiero ir mañana jueves a la inauguración de la tienda de Salvatore Ferragamo en Madrid'. Hecho. 'Quiero que me den el número de teléfono de Amancio Ortega'. Pues no, esto no. En Qudos lo tienen claro: 'No somos una agencia de relaciones públicas'. 'Nuestro límite lo marca la ley', señalan en Altanos. Por la cuota, las empresas gestionan la petición. La cena reservada en el inaccesible La Fontaine Gaillon de París (el restaurante de Gérard Depardieu) corre de cuenta del cliente.
No sin mi asistente personal
En la empresa
Retribuir al directivo con tiempo libre sin reducir su jornada es un proyecto ambicioso. Y al alcance de toda empresa que ofrezca a su plantilla los servicios de un asistente personal. Es el caso de la firma Pricewaterhousecoopers. Dentro de su amplio concepto de retribución flexible, el empleado dispone de un teléfono en el que contacta con proveedores que le solucionan cuestiones como la recogida de documentos, la búsqueda de una guardería, una zapatería u organizar una cena.
En familia
Llevar una casa es sencillo con un servicio doméstico al estilo victoriano. Pero ¿cuántos hogares están preparados para albergar un contingente de más de 20 personas? Los nuevos mayordomos llevan la agenda social del cliente, recuerdan cumpleaños, se ocupan de cuidar a los niños, organizan todo tipo de celebraciones y están en casa esperando al electricista.
En secreto
le gusta usar y presumir de sus contactos y nunca dice que acude a su asistente personal, señala Gordon Cameron. A diferencia de otros países donde el cliente medio es hombre soltero, según Qudos en España son 30% mujeres, 70% hombres y generalmente casados.
'Nos piden la gestión del hogar'
Altanos lleva menos de un año ofreciendo sus servicios en Madrid. Pero su ámbito geográfico es nacional e internacional. 'Hace poco nos pidieron un bull dog con unas características muy especiales. Lo encontramos en Londres y lo trajimos aquí. Todo se gestionó por teléfono y no se cobró nada al cliente más allá de su cuota', explican Carmen Pérez-Llorca y Blanca Martínez de Anguita. 'Lo que más nos piden está relacionado con el hogar', señalan. Esto engloba desde buscar un interiorista al fontanero. En Altanos hay varios servicios. El básico da acceso a delegar todo tipo de tareas. Cuesta 50 euros de entrada y 90 euros al mes. Para disfrutar de un consultor que se desplace al domicilio del cliente una vez a la semana, la cuota es de 160 euros al mes. Para atender las necesidades de profesionales recién llegados a Madrid se ofrece un servicio de tres meses por 375 euros. Altanos está en Madrid, en la calle Guadalquivir, 30, y en www.altanos.com.Teléfono, 915 642 575.
'El club de las misiones imposibles'
Qudos desembarcó en España hace un año de la mano de Toby Gauvain, su presidente; Gordon Cameron, director general; Jayne Callaghan, directora, y Alexandra Gauvain, directora de la red de proveedores. Una de sus bazas es haber vivido en lugares muy diferentes y tener contactos en casi todo el mundo. 'Nos llamó un cliente desde Líbano y nos pidió con urgencia que le dijéramos cuál era el mejor restaurante. Contactamos con un conocido que había vivido en Beirut y dimos con el lugar adecuado'. Acceder a los servicios de Qudos cuesta 1.800 euros al año. Lo que más les piden es organizar viajes, pero reconocen que 'a veces nos ven como el club de las misiones imposibles'. Un ejemplo, este verano un cliente que costeaba por las Baleares se quedó sin hielo en el yate. Toda la isla estaba sin hielo, pero consiguieron los cubitos de un avión que acababa de aterrizar. Qudos está en Madrid, en Gran Vía, 6, y en www.qudos-vip.com.Teléfono, 902 055 200.