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Columna
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Empresarios a luchar

Amanecíamos ayer con las emisoras de radio dando la noticia del asesinato en Bagdad del agregado a la Embajada de España José Antonio Bernal Gómez, mientras sobre los cielos de Madrid aviones de la Fuerza Aérea hacían sus ensayos previos a la parada militar que conmemora la fiesta nacional del 12 de Octubre en el paseo de la Castellana. De manera que llega otro cadáver procedente de Irak rodeado del pesar y el respeto de todos sin que nadie lo haya utilizado en su provecho, contradiciendo así lo pronosticado con insufrible vileza por el presidente del Gobierno el pasado mes de agosto, cuando compareció ante los medios informativos en el palacio de Marivent al concluir el despacho con Su Majestad el Rey.

Todo esto sucede mientras entramos en preparativos acelerados para solemnizar los 25 años de la Constitución. Un texto que algunos exaltan como si fueran sus exclusivistas cuando el gran éxito de la Carta Magna reside precisamente en lo contrario: en ser un lugar de coincidencia, de acogida para todos, de modo que cada uno de los españoles podamos invocarla como garantía de los derechos y libertades que nos erigen en ciudadanos de primera.

Pero es preciso evitar que la actualidad enmascare la realidad y, por eso, conviene atender cuanto antes en unas páginas como estas de Cinco Días al torneo floral y de bombos mutuos sostenido el miércoles pasado en la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales. Todo sucedía durante una sesión de la junta directiva, encabezada por José María Cuevas, a la que había sido invitado el presidente del Gobierno, José María Aznar, dentro de ese programa del largo adiós que anda cumpliendo de manera exhaustiva. Las referencias de este encuentro publicadas ayer confirman cómo Cuevas se adelantó a sintonizar con los deseos del PP, cómo avanzó su pronóstico de que el plan Ibarretxe polarizará el debate electoral y cómo se ofreció para la vanguardia de la movilización en pro de la unidad nacional.

Más allá de la foto del miércoles con Aznar, a Cuevas le queda mucha tarea por delante

Cuevas aclaró en primer lugar que era del todo innecesario estimular a los empresarios en esa dirección -sería, dijo, como explicarle lo que es la radio a Marconi- y abandonando todo camuflaje se embutió el uniforme del 'sin complejos'. Alabó, entonces la diafanidad en la lucha contra ETA con mención expresa a episodios recientes de ilegalización de Batasuna y cierre del diario Egin, encajados sin mayor problema, y añadió enseguida que 'tampoco pasaría nada si otras previsiones constitucionales que obligan a velar por la unidad de España se pusieran también en práctica', en clara alusión al artículo 155 de la Constitución bajo cuya invocación pudieran quedar en suspenso las instituciones autonómicas del País Vasco.

Ya sabemos cuál es la denominación de origen de José María Cuevas, su escuela de pensamiento y su disponibilidad hacia el poder político del momento, pero en asuntos como el que venimos comentando se echa en falta alguna sutileza mayor. El espectáculo del alineamiento mecánico de la patronal con el Gobierno resta credibilidad a las posiciones adoptadas. Cuánto más respetuoso con la autonomía de las instituciones hubiera sido guardar las formas en lugar de ofrecer el espectáculo de prietas las filas. A muchos de los asistentes al acto les quedó un sabor a mitin, con perfiles de crítica al Partido Socialista y una duda abierta sobre la eficacia real del procedimiento más allá de los impactos inducidos para consumo de los medios de comunicación adiestrados en la docilidad.

¿De verdad la CEOE y su rama vasca han procedido al análisis de las amenazas, chantajes y extorsiones que aplican los terroristas de ETA a los empresarios y han articulado una respuesta de resistencia eficaz o han preferido mirar para otro lado bajo el principio de sálvese quien pueda y como pueda? De la sesión del miércoles, ¿quedará la fotografía del idilio y los gritos de rigor o será el principio de un compromiso eficaz a todos los niveles tanto más valioso y contundente muchas veces cuánto menos espectacular? ¿Sabrán los empresarios en adelante que cuentan con el apoyo real de la CEOE para resistir las presiones procedentes de los terroristas? Para que así sea, más allá de la foto del miércoles a Cuevas le queda mucha tarea por delante.

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