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IAS

La banca frena las nuevas normas más polémicas

La armonización de la contabilidad de las 7.000 empresas que cotizan en los mercados bursátiles europeos subió ayer otro peldaño hacia su objetivo de 2005. La Comisión Europea aprobó el mecanismo legal necesario para que las normas IAS (International Accounting Standards), elaboradas por una institución privada, se incorporen al Derecho comunitario. En el camino se quedan, de momento, 2 de las 34 normas, que imponen la contabilización de activos y pasivos, incluidos los instrumentos financieros derivados, a valor de mercado.

Ambas normas (32 y 39) son objeto de una aguda polémica entre sus autores y el sector bancario y asegurador, que temen el impacto contable de las mismas. Bruselas insta al International Accounting Standards Board, el órgano londinense del que emanan las IAS, a proseguir el diálogo con los sectores afectados y se compromete a examinar el resultado, con vista a su adopción tan pronto como las normas se encuentren disponibles.

El IASB publicó el pasado 21 de agosto (casi un mes más tarde de lo previsto) su última versión de la norma 39 sobre la que admite comentarios hasta mediados de noviembre. El organismo espera que la redacción final de la norma se encuentre disponible a finales de este año, y la norma 32, en marzo del año que viene.

El sector asegurador teme que la aplicación de la norma 39 a partir de 2005 genere una volatilidad artificial, ajena a la situación real de las compañías. Las aseguradoras han alertado, además, contra la incoherencia que puede suponer contabilizar a valor de mercado los activos, mientras que los pasivos se seguirán computando con arreglo a las actuales normas nacionales (que no reflejan el valor de mercado) hasta que el IASB elabore un estándar para los contratos de seguros.

La incorporación de las normas al Derecho comunitario ha provocado también recelos entre algunos países de la Unión Europea, que han pedido una participación más activa de la Comisión Europea en su redacción.

El presidente de la República francesa, Jacques Chirac, llegó a pedir por escrito el pasado 4 de julio que 'se apliquen con más rigor las condiciones de transposición de las normas (...) a fin de que se verifique debidamente la compatibilidad de las propuestas con el interés público europeo'. El IASB nació en los años setenta (bajo las siglas IASC) a partir de la iniciativa de los expertos contables de los países industrializados y desde entonces ha estado formado por especialistas independientes. Su labor ha sido tachada en ocasiones de oscurantista y opaca, incluso después de que en enero de 2001 procediera a una reforma interna para mejorar la transparencia de su labor.

Poco después, en febrero de 2001, la Comisión proponía que las normas IAS se convirtieran de obligado cumplimiento en la UE a partir de 2005. Ahora apenas las aplican unas 300 cotizadas en Europa y su utilización es facultativa en países como Francia, Alemania, Bélgica, Italia o Luxemburgo.

La Comisión deseaba poner fin, como ayer mismo recordó el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, a la 'cacofonía contable' que provoca la actual convivencia en Europa de tres juegos de normas: las nacionales de cada país; las IAS, de marchamo europeo, y las estadounidenses US GAAP, obligatorias para las compañías europeas que optan por una cotización secundaria en los mercados bursátiles del otro lado del Atlántico. Bruselas reconoce que la adopción de las normas IAS exigirá 'un sustancial esfuerzo de formación para la profesión contable y para las compañías que las apliquen por primera vez'. Pero la Comisión considera rentable el sacrificio porque facilitará a las empresas la salida a bolsa en varios mercados europeos y beneficiará al inversor.

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