El desafío de Subaru
Los nuevos Legacy y Outback de la japonesa Subaru ponen en su punto de mira las berlinas alemanas tipo Audi A6 o BMW Serie 5
Mucho ha llovido desde que en 1989 viesen la luz comercial los primeros Subaru Legacy. En aquella época eran automóviles prácticamente desconocidos en países como España, si bien en mercados como el estadounidense siempre han gozado de cierta popularidad y, sobre todo, de prestigio. En nuestro país, las operaciones comerciales de Subaru corren a cargo, desde hace poco más de un año, del grupo naviero-automovilístico Bergé, importador oficial de Ferrari, Maserati, Bentley (junto a C. De Salamanca), Hyundai, Chrysler, Lexus, Rolls-Royce y Lotus. Para situarse en una órbita de mayor prestigio, Subaru cuenta ahora con un equipo capitaneado por el joven abogado y economista Rafael Sainz, nuevo director general. Sainz procede de Lexus, donde fue jefe de relaciones externas; de Chrysler Jeep Iberia, donde trabajó en su departamento comercial, y de Bergé, donde ha sido responsable comercial del departamento internacional.
La gama para España está configurada por los modelos Impreza, disponibles en distintas variantes de carrocería y motorizaciones -rivalizan con las posibilidades que, sin ir más lejos, ofrecen los Audi A4, Lexus IS200, BMW Serie 5, entre otros-, con el familiar campero Forester y, desde ahora, con los nuevos Legacy.
Son automóviles completamente nuevos, más livianos y dotados de una estética moderna y fluida -ahora, la aerodinámica cobra mayor protagonismo y arroja excelentes valores-, de modo que poco tienen que ver con sus antecesores. De aquellos mantienen la configuración de sus motores de cilindros opuestos a 180 grados -diseño boxer- y su efectivo mecanismo de tracción, que es permanente a las cuatro ruedas y supone todo un plus de seguridad, sobre todo circulando sobre mojado.
Sus medidas externas vienen a ser similares a las del anterior Legacy, pero la nueva gama goza de una mayor distancia entre ejes, que redunda en un interior un poco más holgado; respecto al maletero, el sedán cuenta con 430 litros, que son hasta 1.649 en el Station Wagon y el Outback, con sólo dos asientos. Los materiales y ajustes rivalizan en calidad con lo que habitualmente exhibe el riguroso estándar germano. Nuevos asientos, nuevas tapicerías y revestimientos en puertas, pilares y techo El nuevo salpicadero resulta más ergonómico, lo que permite una posición de conducción cómoda, lógica y segura. Opcionalmente, la marca ofrece la posibilidad de instalar un sistema de navegación guiada vía satélite, que se visualiza en una pantalla de cristal líquido a color, de siete pulgadas, emplazada en la consola. El equipamiento de serie -con climatizador, llantas de aleación, entre otros- es muy completo.
Por lo que respecta a la dinámica, las suspensiones y la dirección han sido actualizadas, de modo que ahora son más cómodos y firmes. Además, cualquiera de los Legacy monta cuatro discos de freno con ABS y distribuidor de frenado, control de aceleración ETCS, control de estabilidad -éste en opción-, airbag frontales de doble etapa -se inflan más o menos según la intensidad del impacto-, pedales retráctiles -se hunden ante choques frontales para no dañar los pies-, airbag delanteros laterales y superiores de cortina, etc.
Dos motores
La gama se ofrece con dos motores de gasolina: un conocido cuatro cilindros, de 2,5 litros y 165 CV, con cambio manual, de cinco marchas, o automático de cuatro en opción, y un nuevo -para España- seis cilindros, que rinde 245 y viene acoplado a una transmisión automática de cinco relaciones y modo secuencial. Ya el primero, disponible por 27.600 euros en carrocerías sedán y familiar -31.500 euros el Outback-, permite un andar solvente, como avalan sus 214 km/h de velocidad máxima o su aceleración en 9,3 segundos; gastan un promedio de 8,2 l/100 km (203 km/h y 8,3 l/100 km en el Outback). En cuanto al tres litros, más adecuado a la prestancia del coche y de carácter eminentemente más deportivo, parte de 38.500 euros para las carrocerías sedán y familiar, cifra que asciende a 42.900 euros en el caso del campero Outback. Sus referencias son las siguientes: velocidad punta de 237 km/h, 0 a 100 km/h de 8,2 segundos y gasto medio de 9,6 l/100 km -224, 8,5 y 9,8 en el caso del Outback, respectivamente-.