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El pulso exterior

Las prioridades para Cancún

Francisco Utrera Secretario de Estado de Comercio

La Quinta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que comienza esta semana en Cancún constituye una oportunidad para mejorar las expectativas empresariales y las posibilidades de desarrollo de los países mediante el impulso de las negociaciones de la agenda de desarrollo de Doha. En el contexto económico internacional actual se hace más necesario que nunca lograr un éxito razonable que sirva de impulso al crecimiento económico mundial. A pesar de los retos, ya es un buen comienzo que, hace escasos días, se resolviera satisfactoriamente el problema de acceso al suministro de medicamentos de aquellos países sin capacidad suficiente de fabricación.

Para avanzar en la agenda, el Gobierno español y la Unión Europea consideran fundamental buscar fórmulas de compromiso para mejorar la integración de los países en desarrollo en el comercio mundial. Para ello es preciso ofrecerles un tratamiento especial muy en particular a los países menos avanzados. Entendemos también que la declaración que se adopte en Cancún tratará de lograr que el resultado sea equilibrado y exija esfuerzos comparables a los distintos miembros, en particular en agricultura y en productos no agrícolas.

Hay que señalar que, a pesar de las críticas, la UE es el principal importador de productos agrícolas del mundo. Así sus importaciones agrícolas procedentes de los países en desarrollo (un 60%) son superiores a la suma de las de EE UU, Japón, Canadá, Australia y Nueva Zelanda juntos. El nivel real de la protección arancelaria a sus importaciones agrícolas es del orden del 10,5%, cifra muy reducida en términos comparativos internacionales. También hay que recordar que la Comunidad Europea fue la primera en poner en práctica la iniciativa EBA (todo menos las armas) que consiste en permitir las exportaciones de los países menos adelantados sin arancel ni restricciones cuantitativas.

La UE ha hecho un gran esfuerzo para ofrecer una propuesta ambiciosa de liberalización del comercio agrícola, sobre todo tras el acuerdo con EE UU que va a servir de base de negociación en Cancún. Los países desarrollados tendrán que reducir las ayudas a la exportación y las ayudas internas que distorsionan el comercio, al tiempo que deberán mejorar el acceso a sus mercados internos, medidas que, sin duda, contribuirán al desarrollo de los países más pobres. Por otra parte, la UE tiene que mantener la estructura básica de protección de la renta de sus agricultores para cumplir sus objetivos de desarrollo rural y medio ambiente.

A medida que se abren los mercados agrícolas, resulta imprescindible proteger los productos que, cumpliendo exigentes niveles de calidad, gozan de una reputación adicional atribuible a su lugar de producción. Así uno de los objetivos claros de la UE será salvaguardar estos productos dentro del apartado de indicaciones geográficas. En concreto, la UE ha preparado una lista de indicaciones geográficas sometidas a usurpación y que es preciso proteger. Por lo que respecta a España, se han incluido varios vinos (rioja, jerez y málaga), queso manchego, turrón de Jijona y de Alicante y azafrán de la Mancha. Es sólo un comienzo, pero refleja las preocupaciones y prioridades de la Unión Europea en esta materia.

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