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Franz-Josef Paefgen

'Bentley combina la maquinaria más moderna con técnicas artesanales'

Una de las joyas de la corona en el automovilismo inglés es, por derecho propio, Bentley. La marca, asociada a los Rolls Royce por muchos, que los consideraron variantes más deportivas y asequibles de los modelos del Espíritu del æpermil;xtasis, ha entrado a formar parte del primer grupo europeo del sector, Volkswagen, donde opera desde 1998.

Desde enero pasado, Bentley ha entrado en la órbita de Bugatti, pero también de Audi, Seat, Skoda y Lamborghini. Conforme al nuevo reparto de roles en el seno del consorcio, la marca británica opera bajo la tutela directa del grupo Volkswagen. Proporcionar una calidad a la altura de lo esperado en un automóvil deportivo de lujo es responsabilidad directa de Franz-Josef Paefgen, nuevo presidente y director ejecutivo en Bentley.

Pregunta. ¿Cuál es el espíritu de la nueva Bentley?

'Hemos ampliado plantilla en 1.000 personas, es decir, un 36%, para producir nuestro nuevo modelo'

Respuesta. Bentley ha regresado con la mayor fuerza y competitividad de su historia. Tenemos nuevos objetivos, como captar una clientela más joven, e incluso por vez primera una clientela que también debe ser en buena parte femenina. Para ello contamos con el mejor cruce posible de factores clave, como la tradición y la artesanía, con las últimas tecnologías y los sistemas de producción más vanguardistas.

P. ¿Cómo se conduce esta combinación?

R. Gracias a las inversiones efectuadas en la planta de Crew y en nuestra imagen de marca, los empleados gozan de un ambiente de trabajo y de unos recursos de primera categoría, elementos que, por sí solos, visualizan que ésta es una marca de futuro, hoy más que nunca. Basta echar un vistazo a la nueva línea de producción del Continental GT, nuestro modelo estrella, para comprobar el acierto que ha supuesto combinar el utillaje y la maquinaria más modernos con las técnicas de producción artesanales, de las que esta inmejorable plantilla sabe todos y cada uno de sus secretos.

P. ¿Qué incremento de contratación ha supuesto para la factoría la producción del nuevo automóvil?

R. Precisamente ese es uno de los hechos más relevantes, porque a partir de los 2.800 empleados existentes, hemos ampliado la plantilla en otras 1.000 personas, lo que en términos porcentuales equivale a un incremento de aproximadamente el 36%. Desde luego, no ha sido una tarea sencilla, sino todo un desafío. Y me explico: tenga presente que nosotros no hacemos coches sin más. No, un Bentley es una filosofía de principio a fin, una pieza única y prácticamente de colección. Además, en esta nueva etapa debe ser un automóvil fiable, apto para uso diario. Sin embargo, en ningún caso puede renunciar a la exclusividad de la que siempre ha hecho gala, a ese quehacer artesano que nuestros clientes desean y presuponen cuando se acercan a uno de nuestros productos. Por ello hemos dedicado los últimos tres años a la formación individualizada de cada nuevo operario, desarrollando programas específicos que le permitan incorporarse de modo paulatino a nuestro sueño.

P. ¿Qué se conserva, pues, de la antigua Bentley?

R. Mucho, sobre todo en esencia. Nuestros clientes saben que sólo nosotros somos capaces de entregarles vehículos con acabados únicos, a partir de nuestra experiencia en la manipulación de elementos como la coloración y la costura del cuero, o el tratamiento y terminación de la madera y su ensamblaje.

P. ¿El Continental GT hereda esa tradición?

R. Sin duda; es el primer gran turismo del nuevo milenio. Es un Bentley en toda regla, y por ello su habitáculo tenía que estar confeccionado de modo artesanal. Sólo que su calidad es inigualable. Por ejemplo, hemos destinado más de seis millones de libras a los departamentos de cuero y madera. Ahora todos los cortes se realizan con tecnología láser guiada por ordenador, pero, ojo, siempre supervisada por un operario que verifica la idoneidad del retal. Al final, necesitamos 18 horas de trabajo para completar un asiento, el mismo tiempo que algunas marcas emplean en la producción de un automóvil entero. Esa es justamente nuestra alquimia: la tecnología más avanzada operada por el juicio y la guía humanas.

P. Así pues, ¿dónde reside la calidad del nuevo modelo?

R. Una cuestión clave que siempre hice llegar a mis colaboradores y, en suma, a los operarios es que un Bentley moderno tiene que ser un coche artesanal, pero libre de inconsistencias en su calidad de construcción.

Las cifras tras la entrada de Volkswagen

El desembarco en la compañía británica de Volkswagen ha supuesto un esfuerzo titánico. Así, desde 1998 el consorcio germano ha destinado a toda clase de aspectos un monto de 724 millones de euros. Se trata de un programa de inversiones dividido en capítulos. Por ejemplo, 314 millones han sido destinados a la producción del nuevo Continental GT, mientras que 223 han ido a parar a la adquisición de nueva maquinaria y utillaje para el parque de proveedores.El resto, 187 millones, se han invertido directamente en Crew, una cifra que, por sí sola, supone el mayor volumen de inversión en la factoría desde que en 1938 se estrenó en la producción de motores aeronáuticos. En esta compañía, y tras 18 meses de trabajo, ningún rincón permanece inalterado.

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