Aguas de Valencia redujo el beneficio ordinario un 25% al no subir la tarifa
El grupo Aguas de Valencia redujo su beneficio ordinario antes de impuestos en el primer semestre un 25%, hasta 2,98 millones de euros, como consecuencia del aumento de gastos de explotación, especialmente por las mayores amortizaciones practicadas, y por el retraso del Ayuntamiento de Valencia en la subida de la tarifa de agua potable, servicio que representa el 21% de su facturación.
El beneficio neto consolidado fue de 2,16 millones, frente a los 40,74 millones del primer semestre de 2002, que incluía un extraordinario antes de impuestos de 36,76 millones, por la renovación del contrato de Valencia, y otros extraordinarios por venta de activos.
La facturación del grupo ascendió a 44,92 millones, un 7,3% más, gracias al aumento de la actividad de recogida de basuras y limpieza viaria y, en menor medida, al suministro de agua. El retraso en la subida de tarifas y la finalización de un contrato de gerencia en Venezuela afectaron a las ventas.
La mayor actividad en el negocio de recogida de basuras y limpieza elevó la plantilla del grupo un 5,1% y con ello los gastos de explotación -el coste salarial aumentó un 9,7%-, aunque el mayor efecto negativo lo produjo el crecimiento del 18,3% en las amortizaciones.
Según el informe enviado por la compañía a la CNMV, se espera que el Ayuntamiento de Valencia actualice las tarifas en septiembre -lo tenía que haber hecho antes del verano- y que apruebe el plan quinquenal de obras que la empresa tiene que realizar en la ciudad. Estas obras pendientes tienen un 'volumen significativo', según la dirección de la empresa, y el retraso en su aprobación ha provocado que la cifra de negocio derivada de la actividad de obras y trabajos a terceros no haya tenido la evolución prevista.
Los administradores de Aguas de Valencia confían en superar el resultado ordinario del ejercicio 2002 a final de año gracias a los efectos positivos del incremento de la tarifa en Valencia y la aprobación del plan de obras.