El enfrentamiento entre Kirchner y Scioli provoca una crisis de gobierno
El enfrentamiento entre el presidente argentino, Néstor Kirchner, y su vicepresidente, Daniel Scioli, ha provocado la primera crisis de gobierno, con la destitución del secretario de Turismo y Deporte, Germán Pérez, y otros altos cargos, todos ellos afines a Scioli.
Las diferencias entre Kirchner y Scioli se evidenciaron la semana pasada cuando el vicepresidente afirmó que las tarifas de los servicios públicos, que se mantienen congeladas desde la devaluación de enero de 2002, debían subir para recuperar las inversiones del sector.
La medida es una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) que negocia en estos momentos con el Ejecutivo un acuerdo de asistencia financiera. Bajo el acuerdo en vigor, Argentina ha logrado el aplazamiento de los vencimientos de su deuda con los organismos internacionales. El acuerdo vence el 31 de agosto y el 9 de septiembre el país afronta un pago de 2.900 millones al propio Fondo.
Scioli, además, ha criticado la votación de la Cámara de Diputados de anular dos leyes de amnistía para los militares acusados de crímenes contra la humanidad bajo la dictadura de 1976 a 1983.
En ambos casos, el vicepresidente ha contrariado las posiciones públicas de Kirchner, conocido por su mano dura en el manejo de las cuestiones políticas.
La crisis 'demuestra que Kirchner no quiere tolerar ninguna voz disidente en todo el Gobierno', asegura el analista político Manuel Mora y Araujo. 'Simplemente Scioli trata de mantener un lugar político propio y se ve que al presidente no le gusta que alguien dé opiniones distinta a las que él mismo da', afirmó.
Eso supone que en las negociaciones con el Fondo el Gobierno va a mantener la postura más inflexible que representa Kirchner.
Pese al claro enfrentamiento entre ambos, Scioli negó que se disponga a abandonar el Ejecutivo. 'Ni se me pasa por la cabeza' la idea de renunciar, dijo Scioli al diario Clarín.