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Lealtad, 1

El mercado de deuda se estabiliza

Los tipos de interés a largo plazo, esto es, los que marcan los bonos soberanos de referencia, se han estabilizado en las últimas sesiones tras una subida histórica tanto en los mercados europeos como, sobre todo, en Estados Unidos. La rentabilidad de la deuda pasó del 3,11% al 4,44% en siete semanas.

La renta fija no ocupa tantas portadas como la renta variable. Es más gris y aburrida, pero sus efectos económicos son equivalentes. Así, algunos analistas señalan que nuevas subidas de los tipos de interés a largo plazo, lejos de anticipar una recuperación económica, como defienden los alcistas, pueden dificultarla, porque las letras hipotecarias de las familias de EE UU están vinculadas a los tipos de interés del bono.

Otros expertos, por su parte, prefieren pensar que el comportamiento del mercado en los últimos tiempos es sólo un bandazo coyuntural, vinculado a la alta volatilidad producto de la incertidumbre económica y los confusos mensajes de la política económicas. Así, esperan que la rentabilidad de la deuda regresa a zonas bajas próximamente.

Esta tesis es coherente con los análisis más bajistas, es decir, los que consideran que los excesos de la burbuja de la segunda mitad de los noventa no se purgan en tres años y esperan un largo periodo de dinero barato. De igual modo, el enfriamiento económico obliga a los bancos a comprar deuda soberana, ya que su activo (los depósitos) supera el crédito al sector privado. Estas compras, más o menos obligadas, mantienen necesariamente bajos los tipos de interés a largo plazo.

Ambas visiones son alternativas a las que, aparentemente, se cotiza en el mercado actual, es decir, a la teoría de que las perspectivas de recuperación son suficientemente sólidas como para justificar un aumento de los tipos de interés.

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