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Empleo

El perfil del mercado laboral del futuro

Unos renegarán de contratos fijos, otros buscarán empresas que comulguen con sus gustos y los más seguirán con empleos precarios. Expertos del Global Future Forum dibujan el empleado que viene

Salir de casa cada mañana cómodamente arropado por un trabajo fijo, bien pagado y con visos de perpetuidad sigue siendo un objetivo más que deseable para mucha gente. Las cosas, sin embargo, están comenzando a cambiar. O, al menos, eso es lo que afirman los expertos del Global Future Forum (GFF), una institución británica de investigación empresarial que, bajo el auspicio de la multinacional de tecnología Unisys, ha elaborado un estudio en el que dibuja el posible perfil del trabajador del futuro.

Los expertos del GFF creen que los cambios demográficos y sociales están dando lugar a un modelo de trabajador al que, por regla general, le gustan las responsabilidades tanto como le disgustan las jerarquías. Un profesional que apuesta por contratos flexibles, grandes dosis de libertad y mucha transparencia. 'La gente joven ya no da por hecho que sus jefes, por el hecho de serlo, saben más que ellos', resume el organismo, que identifica tres perfiles profesionales que se impondrán en el mercado laboral en un futuro no muy lejano.

El agente por libre. Patricia es una consultora de nuevas tecnologías que ejerce de agente por libre. Cada mañana se levanta y abre su oficina con un simple clic... el de su ordenador portátil. A Patricia no le interesa un trabajo fijo, sino que desarrolla su carrera al ritmo que marca la oferta y la demanda. Se asocia con otros profesionales para ejecutar proyectos puntuales en diferentes empresas y diferentes países. Y nunca firma contratos que duren más de un año.

Consultores de empresas, especialistas en telecomunicaciones, arquitectos y desarrolladores de sistemas han comenzando a practicar este nuevo modelo de relación laboral caracterizado por la autonomía. 'Es gente muy bien preparada que trabaja en proyectos concretos, con contratos de duración limitada, o incluso con varias empresas a la vez', señala el GFF. Actualmente entre un 10% y un 15% de la fuerza laboral en los países desarrollados se ajusta a este modelo, 'y la cifra está creciendo', afirma la investigación.

La movilidad y las comunicaciones son dos de las grandes virtudes de estos nuevos profesionales. No tienen horario fijo (nada es fijo en su trabajo) y desarrollan su labor armados de un ordenador portátil y un móvil. Los especialistas del GFF creen que este modelo de vida laboral ofrece muchos atractivos para gente joven, ansiosa de huir de trabajos seguros y monótonos. 'El creciente número de agentes por libre es un signo de que los mercados de trabajo tienen que adaptarse a las nuevas necesidades de la gente', señalan.

Las tribus de empresa. Para Javier, un trabajo no es sólo un trabajo. Ingeniero de telecomunicaciones, trabaja en una compañía especializada en investigación espacial. Le encanta lo que hace y le gusta su empresa. Es el lugar donde intercambia experiencias con colegas (que se han convertido en sus amigos) tan interesados como él en la labor que realizan.

No sólo no tiene un gran salario, sino que hace horas extra e invierte dosis inmensas de energía en el trabajo. Permanecerá en su compañía, mientras ésta siga apostando por el tipo de proyectos que le interesan y comprometiéndose con los objetivos con los que él se compromete. 'Los trabajadores tribales se identifican muy estrechamente con la historia y el perfil de sus compañías', explican los expertos del Global Future Institute. El informe advierte de que cada vez hay más gente joven dispuesta a trabajar a destajo, aunque únicamente por una compañía con la que se sientan a gusto. 'En un futuro próximo las empresas que no tengan un perfil atrayente tendrán problemas para reclutar a gente brillante'

El trabajador social. Sin haber terminado la educación secundaria y sin perspectivas de poder hacerlo, Juan trabaja cuidando a ancianos a domicilio y, ocasionalmente, en centros de la tercera edad. Para empezar a trabajar sólo necesitó realizar un curso sobre cuidados básicos a los ancianos. Ha intentado cambiar de trabajo, pero no tiene formación ni experiencia para nada más.

Juan es un ejemplo de lo que el GFF denomina trabajador Pesci (trabajador de la industria de servicios sociales y de cuidado, en sus siglas en inglés). Un modelo de ocupación que prevén se nutrirá casi exclusivamente de estudiantes de baja calificación e inmigrantes, como una consecuencia del envejecimiento de la población en los países desarrollados.

'Empleado brillante busca empresario'

No sólo los trabajadores están cambiando. También lo está haciendo la visión sobre las empresas y el modo de relacionarse con ellas. El informe elaborado por el Global Future Forum destaca que, a medida que transcurra el tiempo, los trabajadores cualificados serán quienes comenzarán a examinar si las empresas se adaptan a sus requerimientos y no al revés. 'Una persona puede considerar que una empresa como Philip Morris no refleja su estilo de vida', señalan los expertos del GFF, quienes recomiendan a las compañías que comiencen a plantearse qué es lo que pueden hacer para resultar más atractivas a los demandantes de empleo.El informe aconseja a los empresarios seleccionar a sus posibles empleados teniendo en cuenta sus cualidades personales y su capacidad en ámbitos como el de la creatividad o la flexibilidad y, una vez dado este paso, formarles a su medida. 'Primero hay que preguntarse qué clase de situaciones se pueden producir en ese trabajo. ¿Habrá contacto con los clientes? ¿Presión fuerte o flexibilidad? Y, cuando se averigüe eso es el momento de elegir a la persona adecuada para esa labor'.

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