Washington y Bruselas se comprometen a ofrecer una propuesta agrícola común
Después de tres días de intensas negociaciones en Montreal y con el riesgo creciente de que la reunión de Cancún de septiembre termine en fracaso, Estados Unidos y la Unión Europea acordaron ayer trabajar hacia una posición común sobre temas del acceso a los mercados agrícolas, que es el centro de las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El ministro de Comercio canadiense, Pierre Pettigrew, anunció que ambos se comprometieron a presentar el documento para mediados de agosto, con la esperanza de que pueda sentar las bases para un acuerdo agrícola amplio en Cancún. La cita está prevista para el 11 de agosto y los negociadores de la OMC contarán con apenas dos semanas para intentar consensuar, antes de Cancún, una posición común de todos los países sobre la agricultura.
Pese a la declaración de intenciones, no hay mucho margen para el optimismo. El propio Pettigrew enfatizó que será un gran desafío alcanzar incluso sólo directrices amplias sobre un acuerdo agrícola a tiempo para Cancún. 'Hay mucho trabajo por hacer y no mucho tiempo para hacerlo', comentó.
Las negociaciones se encuentran polarizadas en dos posturas. La UE, Japón, Corea del Sur y Suiza proponen una reducción de las tarifas a la importación del 36%, mientras que EE UU y el grupo de Cairns (los grandes exportadores agrícolas) piden reducir todas las tarifas a un máximo del 25%.
Por el lado de los subsidios a la exportación, la divergencia es similar. Los países del grupo de Cairns, incluido Estados Unidos, piden la desaparición total de las ayudas en un plazo de tiempo fijo. La UE ofrece una reducción del 60%, como recoge la reforma de la política agraria común (PAC), y pide a EE UU una reducción similar de sus mecanismos de apoyo a la exportación, que actúan de forma similar pero no son considerados subsidios. Bruselas traslada la misma petición a Washington en lo que se refiere a las ayudas a los agricultores, recortadas en la nueva PAC.