Francia estudia cobrar medio euro por cada medicamento
El Gobierno francés está estudiando introducir el sistema de copago en los medicamentos para compensar parte del déficit público imputable a la financiación de la sanidad. Según unas declaraciones del titular francés de Sanidad, Jean François Mattei, el Gobierno está considerando el cobro de una cantidad por cada medicamento dispensado por el sistema público de salud que podría ascender a cincuenta céntimos (medio euro), según publicaba ayer La Tribune.
El titular de Sanidad del Gobierno francés admite que es una opción que está en estudio, pero que pueden aplicarse otras fórmulas. El copago 'está en una fase inicial de consideración', dijo a La Tribune.
En las últimas semanas Francia había anunciado también una fuerte subida de los precios del tabaco, así como la prohibición de ventas a determinadas edades, para limitar los efectos del tabaquismo en el gasto sanitario.
Con esta medida, Francia, que tiene también un déficit público que supera los límites del Pacto de Estabilidad y Crecimiento pactado con la Unión Europea, se suma a la iniciativa ya tomada en Alemania por consenso del Gobierno rojiverde dirigido por Schröder y la oposición cristianodemócrata. El Gobierno germano ha decidido que el copago se aplique en Alemania doblemente: tanto en la financiación de los fármacos como en las visitas al médico. El copago por cada fármaco expendido por los médicos del sistema público será de un 10% del precio del medicamento, y el abono por las visitas al especialista sin pasar por el médico de cabecera llegará a 10 euros al trimestre, según el pacto anunciado la semana pasada por el Gobierno y oposición en Alemania.
Alemania ha incrementado también el precio del tabaco, con una subida de un euro en los impuestos por cada cajetilla para financiar los gastos originados en la sanidad por el tabaquismo.
Pero la reforma anunciada en Alemania es, en principio, más profunda que en Francia, ya que afecta a casi todas las prestaciones sanitarias, desde la provisión de fármacos y tratamientos específicos (infertilidad, odontología, oftalmología, etc.), hasta las simples visitas a los especialistas.
En Francia la reforma de las pensiones aprobada definitivamente la semana pasada en la Asamblea Nacional ha costado una fuerte oleada de huelgas, que podrían reproducirse con la reforma de la financiación de la sanidad pública. Con la reforma, los funcionarios tendrán que cotizar 40 años para tener la pensión pública íntegra.