Alemania planea imponer a todos los trabajadores la cotización sanitaria
La reforma sanitaria pactada el lunes pasado no hace frente, según reconocen sus autores, al problema de envejecimiento que Alemania padece como el resto de Europa. El reto del envejecimiento 'no puede afrontarse en el marco existente del sistema sanitario. Hemos alcanzado el límite de reforma dentro del modelo actual', aseguró el portavoz sanitario de los conservadores de la CDU, Horst Seehofer.
Los tres principales partidos alemanes parecen coincidir en el modelo a impulsar, que pasa por que todos los ciudadanos laboralmente activos paguen una especie de 'seguro cívico' destinado a financiar la sanidad pública. Eso supondría que funcionarios y autónomos, ahora exentos del pago de cotizaciones para el sistema público, deberían contribuir a su financiación. Ahora son sólo los trabajadores por cuenta ajena los obligados a cotizar al sistema público. El déficit de la sanidad alemana alcanzó el año pasado casi 3.000 millones de euros.
La propuesta ha sido lanzada por el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, líder de los Verdes, uno de los partidos de la coalición de Gobierno. A su juicio, el sistema vigente, en el que se fijan las cuotas en función de los ingresos brutos del trabajador y se pagan a medias con la empresa, no es sostenible a largo plazo.
Ese nuevo seguro cívico o ciudadano ya ha recibido el respaldo del conservador Seehofer, que considera que la contribución que ahora hacen trabajadores y empresarios al sistema, que equivale al 14,3% del salario bruto mensual, podría de esa forma reducirse y, con ello, abaratar los costes laborales y fomentar la contratación.
La socialdemócrata, Ulla Schmidt, ministra de Sanidad, también ha respaldado la propuesta.
'La población envejece y la incorporación de gente joven al sistema es insuficiente. Un seguro cívico es una alternativa importante', dijo a la cadena N-TV. No obstante, Schmidt aplazó esa propuesta a la próxima legislatura.
Pero el rechazo mostrado por los Verdes a buena parte de los recortes sanitarios acordados entre socialdemócratas y conservadores puede hacer que la introducción del seguro cívico sea la moneda de cambio para que el canciller Gerhard Schröder reciba el apoyo de sus socios de coalición a una reforma considerada decisiva para la economía alemana.