De equipaje, cocodrilos, monos y panteras
La Agencia Tributaria se incautó de 350 animales vivos de especies protegidas en las aduanas en 2002. Los turistas traen de sus vacaciones mascotas sin saber que cometen un delito
Si estas vacaciones viaja al extranjero y se encariña con un animal al que quiere adoptar como mascota, infórmese antes de si el animal en cuestión pertenece a una de las 800 especies protegidas sobre las que está prohibido el comercio internacional.
Además de los 16.855 kilos de cocaína y otros 196.000 kilos de hachís incautados el año pasado por la Agencia Tributaria, más de 350 animales vivos de especies protegidas fueron requisados en las aduanas españolas. La mayoría fueron transportados por turistas que regresaban de vacaciones con la idea de tener una nueva mascota, según informó ayer el director de Aduanas de la Agencia Tributaria, Nicolás Bonilla. Las sanciones por este hecho oscilan entre las sanciones económicas y hasta seis años de prisión.
Entre los mamíferos, aves y reptiles interceptados el año pasado figuraban 20 monos, dos panteras, tres cachorros de león, un lince, seis serpientes pitón, una boa, dos águilas, tres halcones, siete cocodrilos y 166 tortugas. Los animales eran transportados en escondites como tubos para planos, ovillos de calcetines o en dobles fondos de jaulas para perros. Su procedencia suele ser asiática o sudamericana.
Pero lo más frecuente es que los viajeros traten de introducir en España artículos fabricados con animales de especies protegidas. En 2002 fueron decomisados 15.000 kilos de coral, objetos de marfil, colmillos, patas de elefante convertidas en paragüeros y artículos de piel de serpiente, cocodrilo y otros. Algunos de ellos pueden observarse en una exposición situada en el aeropuerto de Barajas que se abrió ayer al público con el objetivo de concienciar a los viajeros sobre estas prácticas.
Los animales vivos acaban en un zoológico -tras pasar los pertinentes análisis sanitarios- y los objetos manufacturados son almacenados o destruidos. El Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) prohíbe la importación de 800 especies de animales y exige certificados para otras 20.000 especies. Los que son sorprendidos transportando alguno de estos animales se enfrentan a una multa administrativa que supone entre el 100% y el 300% del valor del género o a una multa penal que incluye penas de prisión de tres a seis años de cárcel y una sanción económica.
Las interceptaciones de animales o de objetos fabricados con animales de especies protegidas ha disminuido en los últimos años. Frente a los 350 animales vivos requisados el año pasado, en 2001 fueron 538 y en el año 2000 fueron 817 los animales que se trataron de introducir en España ilegalmente.