Las grandes marcas se visten de sport
Gianfranco Ferré, Burberry y otras marcas de moda han creado colecciones más baratas e informales para ganarse al cliente joven
Burberry, Gianfranco Ferré, Valentino y otras marcas de moda rivales han usado los desfiles de Milán de la semana pasada para ganarse nuevos clientes con colecciones más baratas e informales ante el descenso en las ventas de ropa más clásica.
Gianfranco Ferré pretende que su nueva línea GF Ferré, que apunta a jóvenes de entre 25 y 35 años, en la que predominan los vaqueros con tachuelas, active sus negocios. Thomas Burberry, de Burberry Group, llegará a las tiendas del Reino Unido el próximo mes de agosto con precios hasta un 30% inferiores a su colección londinense.
Las camisas luminosas y los vaqueros de 180 euros de la nueva colección RED, de Valentino, contrastan con los trajes de 2.000 euros de finas rayas, de seda, que vende la compañía. Las empresas de la moda presentes en Milán han presentado ropa como chaquetas de gamuza para estimular un sector que pasa por su segundo año de descenso de ventas. Según la empresa Pitti Immagine Uomo, que organiza algunas de las más importantes ferias europeas de moda, las ventas de chaquetas a medida cayeron un 4 % en 2002 y las ventas de ropa masculina fueron un 2% menor el año pasado que en 2001. Las exportaciones, que representan el 68 % de la producción total, bajaron un 1,6 %.
Burberry sacará en agosto la línea Thomas Burberry, con precios hasta un 30% inferiores a sus colecciones más clásicas
'Las marcas jóvenes, informales, son las únicas que venden estos días', afirma Andrea Ciccoli, de la consultora Bain, de Milán. 'Los consumidores están postergando las compras de trajes costosos, clásicos', añade. Según la Cámara Nacional de la Moda, de Italia, las ventas de artículos italianos de moda, incluidos textiles, adornos y accesorios, descendieron un 2,5 % el año pasado, hasta alcanzar los 71 millones de euros, y podrían volver a caer este año, advierte el organismo.
Las modelos de Gucci recorrían la pasarela de Milán en vaqueros lavados que hacían juego con camisas de algodón, mientras que los chicos de Dolce & Gabbana lucían vaqueros desgarrados y camisas de madrás. Prada presentó su primer pantalón de mezclilla, que se venderá a 200 euros cuando llegue a los locales la próxima primavera. 'Las marcas de moda están tratando de explotar las nuevas tendencias de consumo', considera Carlo Pambianco, fundador de la consultora milanesa Pambianco Strategie di Impresa. 'Están usando líneas más baratas para apuntalar sus negocios', dice.
'Nuestras mayores marcas solían ser Giorgio Armani, Ralph Lauren y DKNY', recuerda Anne Pitcher, directora de compras de la cadena británica de tiendas de lujo Harvey Nichols. 'Ahora son Juicy Couture, Earl Jean y Seven Jeans', subraya refiriéndose a la línea deportiva que la casa de diseño Liz Claiborne, con sede en Los Ángeles, compró en abril, así como dos marcas vaqueras estadounidenses.
Pero para algunos, el centrarse en este segmento de ropa deportiva no es necesariamente bueno para los negocios. 'Nuestros trajes se venden por 2.000 dólares de media al por menor', advierte Ron Frasch, presidente de la cadena de tiendas neoyorquina Bergdorf Goodman. 'Hay que vender un montón de camisas para llegar a esa cifra', observa.