Guerra entre CAF y Talgo por un contrato de Renfe
CAF y Talgo no sólo se enfrentan en el juzgado por la tecnología de los trenes con cambio de ancho automático. Ahora se disputan, por segunda vez en un plazo de dos años, un gran pedido en este mercado, uno de los nichos del negocio ferroviario con más rentabilidad potencial.
El concurso de adquisición de 44 locomotoras con esta tecnología, convocado por Renfe el pasado otoño, ha derivado en una guerra abierta entre ambas empresas y en donde Renfe se ve sometida a fuertes presiones.
CAF, que desarrolló a finales de los noventa un sistema propio que rompía el monopolio que Talgo ha ostentado los últimos 35 años, se llevó el primer contrato de adquisición de trenes dotados con este mecanismo en la totalidad de la composición, hace ahora dos años. En total, 12 unidades de su modelo Brava.
En este nuevo concurso, con el que Renfe quiere dotarse de un parque de locomotoras que sirvan para propulsar 22 composiciones de vagones Talgo con cambio de ancho, CAF ha realizado una oferta económica agresiva para intentar asegurarse todo o parte del pedido. Su propuesta de precio es entre un 20% y un 25% inferior a la de su competidor, según distintas fuentes. En el apartado técnico, cuyo valoración se realizó en una fase anterior, la propuesta de Talgo, que presenta, en alianza con Bombardier, su modelo Talgo XXI, y la de CAF habrían obtenido una puntuación similar, según las mismas fuentes. En favor de la empresa de los Oriol juega que los coches que se van a remolcar también has sido fabricado por ellos.
Rebaja
Ante esta situación, Renfe ha solicitado a Talgo una rebaja de precio. Es la misma situación que se produjo cuando se adjudicaron, en 2001, los 12 AVE con cambio de ancho. Talgo no bajó el precio y CAF rompió el monopolio que hasta ese momento ostentaba la empresa de la familia Oriol.
Ahora la coyuntura es distinta. Talgo ha cambiado de presidente y la línea de los nuevos gestores parece seguir patrones más realistas.
No obstante, la empresa que preside Carlos Palacio no ha modificado hasta ahora su propuesta económica y Renfe no se decide a adjudicar el pedido, convocado hace casi ocho meses. De hecho, las ofertas caducan el 28 de julio. Talgo se limita a afirmar oficialmente que ha presentado oferta al concurso.
En este callejón sin salida, Renfe ha recibido fuertes presiones para anular la convocatoria, una posibilidad que oficialmente la empresa pública niega: 'El pedido se va a adjudicar próximamente'. Renfe ha barajado también otras opciones como el reparto del contrato, pero no parece probable una adjudicación íntegra a CAF, empresa que, por otra parte, se vincula al nacionalismo vasco.
Por otra parte, Talgo ha concedido su IV premio a la innovación tecnológica a varios miembros del laboratorio de ciencias materiales del grupo de ingeniería molecular del Instituto Químico de Sarriá, de la Universidad Ramón Llul. En concreto, el proyecto ganador versa sobre la investigación de materiales para aplicaciones de amortiguación del ruido y las vibraciones.