Aznar pasa de puntillas sobre los asuntos más polémicos de su Gobierno
Un minuto dedicado a los problemas de la vivienda, tres líneas al accidente del Yakovlev en Turquía en el que murieron 62 militares españoles o cuatro párrafos escasos al Prestige, ha sido todo lo que ha dicho Aznar sobre los asuntos más candentes de este último año.
Ni una línea sobre la polémica por la inexistencia de armas de destrucción masiva del régimen de Sadam Husein, pero sí autocomplacencia por la actitud del Gobierno en la guerra.
Primer palo al PSOE
En sus primeros minutos del debate afirmó que, tras las elecciones del pasado 25 de mayo, los españoles esperan que las instituciones renovadas funcionen y, en referencia implícita al PSOE y a la situación de la Asamblea madrileña, destacó que "los dirigentes políticos no deben trasladar" a dichas instituciones "sus conflictos de partido sino asumir su responsabilidad".
Asimismo, indicó que el pasado 25 de mayo los españoles votaron "con sentido de lo que estaba en juego, valorando proyectos políticos y no meros estados de opinión".
Ibarretxe y la Constitución
El País Vasco ha sido otro de los primeros temas elegidos por el presidente del Gobierno en el último gran cara a cara con Zapatero antes de su retirada. Ha criticado, sin nombrarle, al lehendakari y a los que plantean cambios en la Constitución. Los planes de "libre asociación" son "artificios extravagantes" que no son sino sinónimos encubridores del independentismo", ha asegurado. También ha alertado sobre los riesgos que, a su juicio, entrañan las propuestas para reformar el Estatuto de Cataluña.
En el segundo apartado ha destacado la importancia de las relaciones transatlánticas -especialmente con Estados Unidos- y ha agradecido a su partido el respaldo que le dio durante la guerra de Irak. Por último, ha defendido la fórmula que están siguiendo el Gabinete y el PSOE para combatir el terrorismo. En este apartado, Aznar se ha referido a la victoria del Estado de Derecho sobre los terroristas con instrumentos como la Ley de Partidos y ha cosechado los primeros aplausos de sus filas.
Abucheos y risas
Posteriormente, en el tercer capítulo -que ha dedicado a asuntos económicos- ha insistido una vez más en los logros del Gobierno durante los últimos siete años en las cifras macroeconómicas, como el crecimiento, o el déficit. Ha hablado también sobre el cambio en la política educativo de los últimos años, el apoyo a la familia a través de las ayudas a las madres con hijos menores de tres años y la rebaja de impuestos.
Risas y abucheos, seguidos de aplausos del PP, han constituido la primera interrupción por parte de la oposición al discurso de Aznar. Ha surgido tras esta frase del Presidente: "La red ferroviaria de alta velocidad empieza a desplegarse por toda España". El retraso del AVE Lleida-Madrid estaba en la mente de todos. Tras la interrupción Aznar ha podido concluir: "1.500 kilómetros de trazado están ahora mismo en obras y el resto en proyecto".
En el mismo contexto anunció nuevas iniciativas en el sector de la energía y se refirió al problema del precio de la vivienda subrayando que hacen falta nuevos esfuerzos por parte de las diferentes administraciones.
También se ha referido a la reforma de la Ley de Enjuiciamento Criminal para desarrollar los juicios rápidos y para hablar de lo que considera mejoras en la seguridad y la Justicia. Ha elogiado la labor del Gobierno en materia de extranjería al facilitar la inmigración legal e impedir la ilegal.
Hasta el último día
Aznar adelantó que esta es una legislatura de reformas "hasta el último día", para dejar claro que agotará el mandato. Además, aseguró que nunca ha impulsado al frente del Gobierno un proyecto personal, sino de partido "reformista y moderado" y garantizó que las próximas elecciones se celebrarán en marzo.
Escasas novedades
En uno de los pocos anuncios novedosos del debate, Aznar ha asegurado que habrá una nueva dotación de 1.200 millones de euros al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, hasta alcanzar los 8.600 millones, más iniciativas en el sector de la energía y el gas, y un nuevo estatuto orgánico del Tribunal de Defensa de la Competencia.
La sesión se reanudará a las cuatro de la tarde con la intervención de los portavoces del resto de grupos parlamentarios de la oposición, a los que el presidente aznar responderá uno por uno. El orden es de mayor a menor en número de escaños, es decir, el primero en intervenir será José Luis Rodríguez Zapatero. Después le seguirán los portavoces de CiU, Izquierda Unida, PNV, Coalición Canaria y Grupo Mixto. El último en intervenir hoy será el portavoz de Coalición Canaria, José Carlos Mauricio. Los representantes del Grupo Mixto y del PP intervendrán mañana.
Medidas democráticas
El PSOE, que llega al debate muy marcado por el escándalo de la Comunidad de Madrid, centrará su intervención en la necesidad de adoptar medidas de regeneración democrática. No se descarta incluso que Zapatero inicie su discurso denunciando el golpe a la democracia que a su juicio se ha dado en Madrid para que no gobierne la izquierda.
Entre otras medidas, el PSOE apuesta por cambiar el Reglamento del congreso para castigar a los miembros del Gobierno que mientan a la cámara. Los socialistas también abogan por endurecer el régimen de incompatibilidades de diputados, ministros y altos cargos para que no puedan dedicarse a otra actividad profesional que no sea la docencia o la investigación.
Además, propondrán un cambio en la ley electoral para acabar con las listas cerradas y pedirán -como ya anunciaron la semana pasada- el cese del Fiscal General del Estado. En este sentido, el PSOE propondrá limitar el mandato del Fiscal a cinco años, igual que el resto de sus compañeros de carrera. Los socialistas también propondrán que dos tercios de la Cámara elijan a un fiscal especial que se encargaría de los asuntos en los que pudieran estar implicados miembros del Gobierno.
El PSOE trabaja además en una iniciativa para limitar la posesión personal del escaño, un asunto que se ha convertido en una auténtica obsesión para los socialistas tras lo sucedido en Madrid.
Por su parte, Izquierda Unida denunciará la degradación política a la que ha llevado el PP al país en asuntos como el de Madrid, el País Vasco o la guerra de Irak. En este sentido, Gaspar Llamazares acusará a Aznar de haber fracasado en el compromiso de regeneración democrática que adquirió en 1996.
CiU y PNV también hablarán de deterioro. En este caso, de las relaciones entre el Gobierno central y los Ejecutivos autonómicos de Cataluña y el País Vasco. Ambos partidos acusarán a Aznar de no haber cumplido los estatutos de autonomía al negarse a traspasar algunas competencias.