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Industria

Turín se reinventa sin Fiat

Piensa Fiat, piensa Turín'. Durante décadas esta relación, que refleja la estrecha dependencia que ha tenido la ciudad con la industria del automóvil en general y con una sola empresa en particular, ha prevalecido en todo el mundo, como reconoce Andrea Pininfarina, consejero delegado de la firma de ingeniería que lleva su apellido. Los 104 años de historia de Fiat en la tercera ciudad italiana han pesado de tal forma que hoy todavía pocos se imaginan una sin la otra. 'Pero el peso de esta industria en la región es cada vez menor', añade Pininfarina. En un intento de minimizar los efectos de esta crisis apunta un dato: 'La crisis de Fiat no ha desembocado en un aumento del paro debido a la expansión del sector servicios y de otras industrias cuya actividad no está relacionada con la automoción'. Según el presidente de la región del Piamonte, Enzo Ghigo, la tasa de desempleo ha descendido de un 7,2% en 1999 a un 5,1% en 2002, cuando en ese mismo año la media italiana era del 9%.

La crisis que atraviesa Fiat, la peor de su historia y que ha provocado la suspensión de 8.000 empleos en toda Italia, ha tenido una especial incidencia en su región de origen, el Piamonte. No es para menos. En casi cada familia piamontesa había un miembro trabajando para la empresa de la familia Agnelli. Sin embargo, la región intenta sobreponerse.

Cuando a mediados de los noventa empezaron a avistarse los problemas de Fiat, el Piamonte se embarcó en la transformación de la industria y la diversificación hacia otros sectores como la investigación, la innovación tecnológica y los servicios la solución para su futuro. El punto de partida fue la presentación de la candidatura de Turín como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno para 2006. Confirmada la sede de las olimpiadas, otros proyectos se pusieron en marcha. Era la excusa para atraer fondos, desarrollar infraestructuras y dar a conocer una región que ya es una de las más industrializadas de Europa y de las primeras en el desarrollo de alta tecnología de Italia.

Pero además de los Juegos Olímpicos, que darán comienzo el 16 de febrero y en los que está previsto que se inviertan unos 3.000 millones de euros entre infraestructuras deportivas y viales, la región está llevando a cabo la construcción de la primera línea ferroviaria de alta velocidad de Italia, que unirá Turín con Milán y cuya finalización está prevista para 2007. Además, se pretende que esta línea enlace con uno de los principales corredores europeos que tiene prevista, por una parte, la unión de Italia con Francia a través de Lyón, para enlazar después con España, y por otra, hacia el este, con los países que entrarán en la UE.

De cara a la entrada de nuevos capitales se creó ITP, la primera agencia italiana que tiene como objetivo atraer inversiones extranjeras y nacionales. 'Queremos convertirnos en el mejor y más atractivo puesto para los inversores europeos', señala Marco Boglione, presidente de ITP. Entre los servicios de esta agencia, que no incluye incentivos económicos ni fiscales, se encuentran la ayuda en formación profesional y el asesoramiento gratuito para facilitar los trámites.

Sede de empresas innovadoras como Comau y Pininfarina, alimentarias como Ferrero o Martini, y de moda como Ermenegildo Zegna, el objetivo del Piamonte es diversificar su actividad y convertirse en una región de servicios. En definitiva, pasar página a la crisis de Fiat. Con todo, y pese al anuncio esta semana de un nuevo plan de reestructuración que contempla el despido de 12.300 empleados, 9.500 fuera de Italia, hasta 2006, la región mantiene la esperanza de que Fiat -aún italiana, aunque cada vez más en la órbita de General Motors- recupere parte del brillo perdido. 'Uno de los factores que ha llevado a esta empresa a la crisis ha sido la pérdida de cuota de mercado. Esperamos que con el lanzamiento de los nuevos modelos en octubre la firma recupere parte de su esplendor', señala Ghigo.

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