El canto del Pájaro Loco
Así conocen a Jim Furyk, el sexto jugador mundial tras ganar el Abierto de Estados Unidos Por Jacint Felip
Sexto mejor jugador del ranking mundial, 3,4 millones de dólares en premios obtenidos esta temporada, este es el Jim Furyk que ha nacido después de conquistar el título más importante de su país, el Abierto de los Estados Unidos (US Open) celebrado en el Olympia Fields de Chicago.
Ningún golfista europeo pudo aspirar al triunfo, lo que no es ninguna novedad porque el último que lo consiguió fue el inglés Tony Jacklin en el año 1970. Otro estadounidense se llevó los honores e inscribió su nombre en el trofeo por detrás del número uno, Tiger Woods. Para el californiano es una situación desconocida. Por primera vez desde hace cuatro años Tiger no está en posesión de ningún título del Grand Slam. 'Esta temporada he jugado ocho torneos y he ganado tres, ¿piensan que atravieso una crisis?'. Así respondió Tiger cuando le preguntaron qué sucedía con su juego.
La sorpresa la dio Jim Furyk, conocido como el Pájaro Loco por sus facciones y por el heterodoxo swing que, con 33 años de edad, contra todo pronóstico, acabó dándole la victoria de su vida. Un movimiento particular, único, inimitable, fruto de los consejos de su padre-entrenador, Mike Furyk, de 56 años, que, según reconoce, siempre ha protegido a su hijo y ha dejado que fuera él quien escogiera los pasos que quería dar en la vida.
Desde niño Jim Furyk sobresalía en todos los deportes. Fue catcher en béisbol, pivot en baloncesto y quarterback en fútbol americano. Era un amante de la actividad física, se apuntaba a todo. 'Pero el chico venía demasiado cansado a casa y un día me comentó que prefería un deporte individual y más tranquilo, como el golf', cuenta su progenitor después de que su hijo le dedicase el triunfo el pasado domingo, el Día del Padre en Estados Unidos.
La decisión de cambiar de deporte fue la acertada. Aunque hasta ahora sólo había ganado siete torneos en el circuito americano, Furyk era un golfista a tener en cuenta en todas las competiciones en las que tomaba parte, si bien muchos le llaman Mister T4 por las veces que ha terminado empatado en la cuarta posición. Los expertos argumentan que no ha ganado más porque su swing no se sustenta. 'Me han criticado desde que era junior por mi movimiento con el palo, pero nunca les he querido escuchar', dice el campeón del US Open que recibe la aprobación de su padre: 'Es su movimiento y yo sólo lo he refinado'.
Furyk ha formó parte del equipo estadounidense en las tres últimas ediciones de la Ryder Cup, en donde se mantiene invicto en los partidos individuales, y en las dos últimas de la President's Cup. En 1997 Furyk batió en Valderrama a Nick Faldo. Dos años más tarde se impuso a Sergio García en Boston y en 2002, en The Belfry, empató con el irlandés Paul McGinley. El golfista de Pensilvania ingresó en el selecto club de ganadores con todos los honores. En las jornadas previas batió los récords de 36 y 54 hoyos, e igualó la mejor marca para 72-272 golpes -lograda por Jack Nicklaus- en 1980 y empatada posteriormente por Lee Janzen (1993) y Tiger Woods (2000).