Un tercero de confianza para pagar en Internet
Cool-Z, una consultora superviviente a la burbuja de las 'puntocom', ha puesto en marcha Pago3, un sistema que pretende acabar con los fraudes en las cibercompras entre particulares y las subastas
Las subastas son uno de los negocios más conflictivos de Internet. El FBI las señala un año tras otro como la actividad que origina la mayor cantidad de fraudes en la Red. La consultora Cool-Z echaba de menos en España un sistema que ofreciese seguridad a la hora de cerrar una compra entre particulares que se hayan puesto en contacto a través de una cibersubasta.
Y así surgió Pago3, que viene a imitar el negocio de otras compañías como Escrow en EE UU o Tripledeal en Francia. Pago3 funciona como un intermediario que asegura el final feliz de una transacción. El comprador realiza su pago a través de esta puntocom, que retendrá el dinero hasta que se reciba correctamente la mercancía. 'Entonces desbloqueamos el dinero, que llega a la cuenta del vendedor', comenta Pedro Riera, director de este nuevo proyecto.
'Nuestro cliente potencial es el usuario de subastas, pero también podemos ser incluidos como un medio de pago más en cualquier sitio de comercio electrónico', señala. Pago3 ya ha comenzado a ponerse en contacto con las principales webs de subastas españolas, 'un negocio que comienzan a funcionar muy bien', según Riera.
Pago3 se nutrirá del cobro de comisiones, cuya cantidad variará según el pago se realice con tarjeta de crédito, cheque, ingreso bancario o transferencia. 'Nuestro objetivo es alcanzar las mil operaciones al mes, lo que representa llegar a los 20.000 usuarios a lo largo del primer año', comenta.
En este plazo de tiempo, Pago3 prevé lograr el equilibrio financiero y amortizar los 100.000 euros invertidos para su puesta en marcha.
Pero el gran reto que debe superar Pago3 es ganarse la confianza del usuario. 'La principal barrera es dar a conocer nuestra marca, por eso nos interesa asociarnos con portales conocidos y fiables. Además, estamos intentando que nos respalde alguna entidad financiera', dice Riera.
Pago3 nace en un momento en el que es difícil encontrar nuevos proyectos relacionados con Internet. Detrás está una pequeña consultora fundada por cuatro socios, todos ex empleados de grandes puntocom y conocedores del medio, que insisten en probar nuevos conceptos de negocio para el ciberespacio. 'Nosotros somos técnicos y no inversores de capital riesgo', puntualiza Riera, que fue empleado en España del ahora desaparecido Excite. 'Somos capaces de montar una idea en un breve espacio de tiempo y explotarla con poca inversión', dice con la seguridad de quien ha aprendido una dura lección.
Ahora sólo queda esperar para saber si los internautas realmente necesitan el sistema de Pago3.