Las escuelas de idiomas presenciales renuevan su código ético
Las academias de idiomas presenciales celebraron ayer su primer encuentro nacional después de la crisis que sufrió el sector el año pasado y que culminó con la suspensión de pagos de Opening. Tras los acuerdos alcanzados con la Dirección General de Consumo, Fecei, la Federación Española de Centros Privados de Idiomas, y Acade, la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada, presentaron su nuevo código ético y acordaron resolver futuros conflictos a través de la figura del arbitraje.
El objetivo del código es superar el deterioro de imagen sufrido por las escuelas de idiomas, según señaló Esther Paredes, presidenta de Fecei y Acade. Es de obligado cumplimiento para las empresas asociadas a la federación y detalla los requisitos en cuanto a información al público, contratación y prestación de servicios y criterios publicitarios.
En lo referido al pago de los cursos, se detalla que no se prohíbe la financiación bancaria, aunque no se podrá imponer a los alumnos una entidad financiera concreta ni exigir el pago completo del curso cuando su duración sea menor a 9 meses.
En este intento por lavar la cara de un sector que mueve alrededor de 300 millones de euros anuales y engloba a cerca de un millón de alumnos de enseñanza no reglada, Enrique Bel Urgel, subdirector general de Arbitraje de la Dirección General de Consumo, expuso el modelo de arbitraje como vía para resolver conflictos en materia de consumo entre alumnos y escuelas.