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Programa

Los empresarios celebran los cambios, pero esperan del Gobierno medidas más profundas

En los últimos días, miembros de la patronal y responsables de algunas de las grandes compañías del país afirmaron que el proyecto de reformas económicas, conocido como Agenda 2010, es necesario para aumentar la inversión y el empleo, y pidieron a las bases del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) que dieran su visto bueno al plan en el congreso extraordinario de ayer.

La Agenda 2010 reforma parte de los pilares del Estado de bienestar con el fin de reactivar la economía y aumentar el empleo e introduce algunas de las principales demandas de la patronal, como la reducción del subsidio de paro o las prestaciones de la sanidad pública.

Con una demanda interna muy débil y un euro fuerte que disminuye la competitividad de las exportaciones, las empresas alemanas denuncian que los altos costes laborales les impiden crear empleo y les llevan a la quiebra. Un reciente estudio del instituto económico IW realizado entre 2.500 compañías concluyó que un 75% de los empresarios considera que los costes del Estado de bienestar son un freno para la contratación.

Traslados de producción

La Cámara de Comercio e Industria Alemana (DIHK) alertó recientemente que las condiciones del mercado laboral alemán están empujando a numerosas empresas germanas a trasladar sus centros de producción fuera del país y denunció que esta tendencia provocará la pérdida de unos 50.000 puestos de trabajo de aquí a 2005.

Martin Wansleben, presidente de la DIHK, dice que, para invertir este proceso, 'hace falta más innovación, investigación, desarrollo y acabar con el tabú de jornadas laborales más largas'. Para Wansleben, el apoyo a la Agenda 2010 es importante, 'pero se trata de un comienzo y nada más'. Según una encuesta de la DIHK realizada entre 10.000 compañías, una cuarta parte de las empresas está sopesando trasladar su centro de producción fuera de Alemania en los próximos tres años.

En términos similares se expresa Eckerhard Rotter, portavoz de la Federación de la Industria Alemana del Automóvil (VDA), que agrupa a más de 500 compañías.

Rotter dijo que la Agenda 2010 es 'un paso en la dirección correcta', pero insistió en que 'hay que ir mucho más allá'. Para la VDA, la necesidad principal es mantener la competitividad internacional y para ello 'es fundamental reducir los costes laborales'.

El sector del automóvil, uno de los pilares de la industria alemana, es muy dependiente de sus ventas fuera de la eurozona y por ello contempla con especial preocupación la pérdida de competitividad de los precios de sus productos por la subida del euro. La apreciación de la moneda única, que ha alcanzado valores récord frente al dólar en las últimas semanas, ya ha afectado a los resultados trimestrales de algunos grupos como Volkswagen.

En el sector financiero, la Agenda 2010 también ha sido bien recibida, pero se pide su aplicación inmediata y más propuestas en el área de pensiones. Un portavoz de Commerzbank, cuarto banco del país, dijo que el plan 'favorecerá el crecimiento y la creación de puestos de trabajo', pero, para ello, 'deberá ponerse en práctica inmediatamente'.

Un portavoz de Allianz, primer grupo asegurador de Alemania, afirmó que las propuestas en materia de pensiones y salud son mejorables y que los problemas derivados del envejecimiento de la población sólo pueden solucionarse con más planes de pensiones privados.

Despido más fácil para las pymes

La Agenda 2010 incorpora algunas medidas para las pequeñas y medianas empresas con el fin de mejorar su posición ante la crisis económica. En concreto, la flexibilización de la leyes de protección frente al despido para estas compañías, un punto que ha levantado muchas críticas entre los sindicatos y el ala más izquierdista del SPD. Los empresarios de las pymes celebran la decisión, pero muchos creen que debería haberse tomado antes.

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