Los expertos apuestan por una bajada de los tipos de interés
El propio banco ha reconocido que la baja inflación le da margen para actuar sobre la política monetaria. El IPC armonizado se situó en abril en el 2,1%, a tan sólo una décima del objetivo de estabilidad de precios, fijado por la autoridad monetaria en el 2%. La mayoría de los analistas prevén que los tipos de referencia pasarán del 2,5% al 2%, una medida que servirá al mismo tiempo para moderar la subida del euro y para contrarrestar los efectos de su apreciación en el crecimiento económico.
Goldman Sachs anticipa ya una nueva bajada del precio del dinero en otoño, situando los tipos en el 1,5% en el último trimestre del año. Hay, sin embargo, factores que tradicionalmente frenan la política expansionista. Es el caso de la liquidez. El índice de masa monetaria M3 creció en abril hasta el 8,7% en variación interanual, lo que supone una cifra récord y un brusco aumento respecto al mes de marzo, cuando el crecimiento interanual fue del 7,9%.
Este volumen sería en condiciones normales una bomba de relojería para la inflación. Pero los expertos restan importancia al indicador. 'El M3 lleva desde junio de 2001 a más del 4,5% el límite por encima del cual el BCE considera que el índice implica riesgos inflacionarios. En ese periodo, los tipos han bajado 200 puntos básicos y eso no se ha trasladado a inflación. Lo que ocurre es que la liquidez actúa como activo refugio ante la incertidumbre, pero no es un dinero que vaya a ir a consumo, sino que volverá al mercado cuando mejore la situación', explica Antonio Villaroya, de Merrill Lynch.
Riesgos de deflación
Mientras el consejero del BCE Eugenio Domingo Solans afirmaba esta semana en Madrid que la mejora de la inflación 'se está produciendo con una lentitud exasperante', el debate en Alemania es el contrario: la alta probabilidad de entrar en una senda deflacionaria. El ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, reconoció ayer la existencia de riesgo de deflación, pero rechazó que haya 'un peligro concreto'. Clement apuntó que algunos índices apuntan una recuperación de la actividad. Las valoraciones del ministro se ven refrendadas por el índice Ifo de confianza empresarial, que ha mejorado este mes de 86,6 a 87,6 puntos.
Los últimos datos de precios animan, sin embargo, a plantearse el peligro: el IPC de abril descendió tres décimas respecto a marzo y el balance interanual se situó en un alza del 1%. La reciente apreciación del euro acrecienta el riesgo de descenso de precios vía importaciones. Con la actividad económica al borde de la recesión, caer en una espiral deflacionaria pondría la puntilla a la maltrecha locomotora europea.
Entrar en deflación se traduce en una reducción general y continuada de los precios de los bienes y servicios. En esa dinámica, la demanda se desploma ante la perspectiva de que los productos serán más baratos conforme pase el tiempo. El resultado es que la economía desemboca en un periodo depresivo.
Respecto al euro, Clement afirmó que el sector exportador de Alemania es lo 'suficientemente fuerte' como para lidiar con un tipo de cambio alto. El BCE fijó ayer la cotización oficial en 1,1738 dólares, un 6,4% más que hace un mes y una apreciación del 26% en un año.
Aumentan las hipotecas un 12,2%
El número de hipotecas constituidas en febrero sobre fincas urbanas y rústicas aumentó el 12,2%, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).Las cifras revelan que ese mes se hipotecaron en España 74.190 fincas, por un capital de 7.638 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,3%.Cataluña y Andalucía concentraron el 40,6% del total de fincas hipotecadas, con 15.373 y 14.637 fincas, respectivamente. La comunidad donde menos fincas se hipotecaron fue, exceptuando Ceuta y Melilla, La Rioja, con 643.Baleares registró las mayores cantidades de capital prestado por habitante, 311,8 euros, mientras que Extremadura registró el menor índice de endeudamiento; la media fue de 64,6 euros por habitante.Unas 72.123 hipotecas correspondieron a fincas urbanas, con un capital prestado de 7.380 millones de euros, lo que representa un incremento del 25,7%.Por tipos de entidades, las cajas de ahorros lideraron la concesión de créditos; sus préstamos hipotecarios ascendieron a 4.400 millones de euros.