Imprimir a color a buen precio
Por fin las impresoras láser color bajan de precio hasta niveles razonables. Este modelo de Oki ofrece, además, alta velocidad de impresión y conexión a redes de serie. Sólo una asignatura pendiente: su tamaño todavía es grande
Afinales de 2002 la firma japonesa Oki sacudió el mercado de las impresoras láser color. Presentaron una máquina en el entorno de los 1.000 euros. Al poco tiempo, Hewlett-Packard y Minolta contraatacaron con sendos modelos de precio similar. La respuesta de los consumidores no se hizo esperar: la venta de impresoras láser color se está disparando en toda Europa. Según Rui Carvalho, jefe de producto de Oki España, 'en 2002 las empresas españolas han comprado 10.500 impresoras láser color, pero la bajada de precios está abriendo un nuevo mercado. Este año, las ventas se multiplican y es posible que superemos las 25.000 unidades'.
Ante esta situación de cambio, nos hemos decidido a comprobar si la impresora que ha provocado esta convulsión en el mercado justifica el revuelo. Lo primero, puntualizar que la Oki 5100, en realidad, no es una impresora láser. Emplea una tecnología llamada LED (Light Emitting Diode) que, en el modo de trabajar, difiere algo respecto a las impresoras láser convencionales, pero no en cuanto a resultados.
La mayor ventaja que hemos detectado en esta impresora es su velocidad de trabajo. Es capaz de imprimir 12 páginas por minuto en color, el triple que sus competidoras de HP y Minolta. Y, precisamente, esto es posible gracias a su tecnología. En lugar de un único láser móvil, las máquinas LED incorporan una fila de diodos láser por cada color. Así, cada hoja se imprime de una pasada, mientras que las impresoras convencionales necesitan varias.
El peaje que debe pagar a cambio la Oki es que emplea cuatro cartuchos tóner y cuatro tambores. Es decir, más consumibles que las máquinas láser normales (sólo usan cuatro tóner y un tambor). De entrada, esto resulta un poco más engorroso, pero no encarece el consumo por página.
Otro punto clave de la Oki 5100 es que incluye de serie una tarjeta de red informática (Ethernet 10/100). De este modo, la impresora se puede conectar directa a la red. Aunque la impresora lleva un dispositivo de autoinstalación, en nuestro caso este sistema no funcionó y tuvimos que configurar la tarjeta a mano. La máquina seguía resistiéndose y acudimos al servicio de atención al cliente que nos resolvió el problema por teléfono y a la primera. En la prueba, la conexión por cable USB (sólo para un PC) funcionó sin ningún problema.
En cuanto a la calidad de impresión, la máquina ofrece una resolución similar a la de otras impresoras láser. En realidad los 600 x 1.200 puntos por pulgada que propone no alcanzan la definición que consiguen las impresoras de inyección con papel fotográfico. En descargo de los modelos láser color, hay que decir que las copias salen mucho más económicas y que mantienen una calidad más que suficiente para uso profesional.
Dejando al margen las mínimas dificultades de instalación, la Oki 5100 nos ha demostrado que ofrece lo que promete. No es una impresora para todos los públicos. Es demasiado voluminosa para el hogar. Sin embargo, es perfecta para un uso profesional o semiprofesional. En las pequeñas empresas, como impresora de un empresario individual o como impresora de departamento en una empresa grande, ofrece calidad, velocidad de impresión, un coste por copia rentable y un precio por la máquina absolutamente seductor.