La banca de EE UU, reacia a pagar por análisis neutrales
Las firmas de inversión de Wall Street condenadas por engañar al inversor con recomendaciones sesgadas han sido obligadas a ofrecer al mercado análisis independientes. Pero los inversores tendrán que esperar al menos un año para poder gozar de esta información neutra, pues los bancos aún no han contratado a ninguna firma de análisis independiente.
El acuerdo con la justicia evitó a las firmas de Wall Street un juicio por recomendaciones engañosas en el que acumulaban pruebas en contra. A cambio, pagarán una cuantiosa multa, modificarán sus prácticas internas y procurarán a los inversores una fuente de recomendaciones independiente y alternativa a sus propios análisis. Las 10 firmas condenadas tienen que gastarse 432 millones de dólares (366 millones de pesetas) en contratar analistas independientes para dar al inversor consejos neutrales.
'Mi percepción es que esto no está marchando muy bien', señaló a Reuters Stanton Green, director de Vista Capital, agencia de análisis independiente que está negociando con varias entidades de Wall Street. 'No creo que los bancos tengan incentivos para moverse rápidamente'.
Los términos del acuerdo establecían un plazo de 30 días a partir de la decisión judicial para que las firmas contraten a un consultor externo que supervise sus esfuerzos para ofrecer un análisis independiente. No obstante, los bancos tienen otros 270 días antes de estar obligados a proporcionar al inversor estos informes teóricamente neutrales. Teniendo en cuenta la poca prisa que se dan las firmas, es poco probable que los inversores reciban análisis independientes este año.
'En realidad, nosotros no hemos mantenido discusiones que hagan referencia a cómo se van a financiar los contratos', señala Robert Hoehn, director de análisis de Fulcrum, una firma independiente. 'Los pagos se pueden hacer en dinero contante y sonante o redireccionando a las casas independientes órdenes de compraventa'.
Las pequeñas firmas independientes, además, están compitiendo entre sí para poder firmar contratos con los bancos más poderosos. Otro tema pendiente es el volumen de compañías que pueden ser analizadas por los independientes.