La insistencia del Gobierno en reclamar transparencia eleva la tensión con las cajas
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, empezó su discurso alabando el papel que desempeñan las cajas en el sector financiero, su contribución a la estabilidad económica y su capacidad de adaptación a los cambios sociales, políticos y económicos. Pero sus palabras no se quedaron ahí. El ministro introdujo en su discurso lo que empieza a convertirse en una coletilla cada vez que algún miembro del Gobierno habla de estas entidades.
Fuera de guión, ya que no estaba escrito en los papeles que se repartió a la prensa, el ministro de Hacienda volvió a reclamar a las cajas que 'eleven el nivel de profesionalidad y transparencia en la gestión'. Es la tercera vez en una semana que el Gobierno reclama a estas entidades un mayor esfuerzo de transparencia. Aunque el mensaje es recurrente, cobra un interés renovado en un momento en el que el sector siente cierta sensación de acoso y de estar de nuevo en el punto de mira de sus críticos.
De hecho, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, no desaprovechó la ocasión para reafirmar las señas de identidad de estas entidades y replicar que las cajas no sólo 'no son supervivientes de una época pasada', sino que son 'pioneras en los nuevos estilos de organización empresarial'. 'Frente a lo sostenido por algunos críticos, no representamos el oscuro pasado, sino el brillante futuro', aseguró ante un auditorio compuesto por representantes de cajas de todos los países del mundo.
Quintás insistió, además, en el mensaje de que es la libertad de mercado y la posibilidad de desenvolver su actividad 'sin restricciones' lo que mantiene a las cajas económicamente en forma. Esta idea, que argumenta en la evidencia histórica de que 'las cajas de ahorros prosperaron en periodos liberales y tuvieron una existencia más apagada en los periodos autoritarios', es la manera con la que el responsable de la CECA responde ante la posibilidad de que el Gobierno pudiera adoptar alguna iniciativa legislativa que coartara la libertad de acción de estas entidades.
Aunque se trata de hipótesis, desmentidas incluso por el propio ministro de Economía, Rodrigo Rato, lo cierto es que tras el anuncio de la opa de Gas Natural (cuyo principal accionista es La Caixa) sobre Iberdrola trascendió públicamente la intención del presidente del Gobierno, José María Aznar, de limitar los derechos políticos que las cajas tienen en empresas industriales. La medida afectaría principalmente a La Caixa, que cuenta con el mayor grupo empresarial de España.
Quintás subrayó también que la vocación de servicio social que forma parte de la idiosincrasia del sector es una tendencia a la que se están incorporando ahora otros representantes del mundo de los negocios, en clara alusión a las iniciativas de responsabilidad social y de ética en los negocios protagonizadas recientemente por bancos como el Santander Central Hispano o el BBVA.
Arraigo social
Precisamente, este compromiso con lo social y la búsqueda permanente del equilibrio entre lo social y la eficiencia y rentabilidad como entidades de crédito constituyen uno de los temas centrales de este Congreso, en el que se tratará de explicar durante dos días el papel de las cajas en una economía global.
El primer día tuvo una amplia representación institucional. De hecho, la ceremonia oficial de apertura estuvo presidida por sus majestades los Reyes de España. En su intervención, el rey Juan Carlos aseguró que 'las cajas, desde su solidez, su solvencia y buena inserción en los mercados financieros, destacan por su firme compromiso regional y local, y por su papel de primera fila en la promoción de oportunidades y creación de riqueza'.
Hace tres años, en el congreso celebrado en Berlín, fue la reina Sofía quien tomó la palabra para pedir a las cajas que fueran fieles a sí mismas, reforzaran su vocación social y no permanecieran ajenas a problemas como la pobreza. El Rey pidió ayer a estas instituciones 'un paso más' para que inviertan el patrimonio acumulado a lo largo de los años en 'nuevos proyectos al servicio del progreso'. más información en la Página 17
La neumonía asiática y la crisis económica dejan asientos vacíos
El temor a la extensión de la neumonía asiática y la crisis económica han acabado por influir en la celebración de este vigésimo Congreso Mundial de Cajas de Ahorros, que reúne en Madrid durante dos días a representantes de 380 cajas de todo el mundo, desde Japón hasta el Salvador, pasando por Noruega, Tanzania, etc. La ausencia de delegados procedentes de los países afectados por la enfermedad y la menguada asistencia de delegaciones como la alemana, cuyas empresas están ajustando sus gastos de representación y viajes, han rebajado considerablemente el número de asistentes respecto a lo previsto.En todo caso, los organizadores confían en que el congreso sea un éxito y este foro sirva para reforzar la idea de que las cajas de ahorros 'son una especie a proteger', en palabras del filósofo José Antonio Marina, uno de los ponentes invitados. Y es que los cajeros de todo el mundo que ayer asistieron a la primera jornada del congreso tuvieron ocasión de escuchar no sólo intervenciones financieras, sino filosóficas y teóricas como las del escritor Mario Vargas Llosa, los profesores Paul Krugman o Manuel Castells, además de las de representantes de instituciones como el comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, o el secretario general de la OCDE, Donald J. Johnson. En el programa de hoy figuran personajes como Andrew Crockett, director general del Banco Internacional de Desarrollo, u Otmar Issing, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, además del vicepresidente del Banco Mundial, Cesare Calari, entre otros.El presidente del Instituto Mundial de Cajas, Holger Berndt, agradeció ayer los esfuerzos al país anfitrión y en concreto a Manuel Pizarro, el anterior presidente de la CECA e impulsor de la idea de que el congreso se celebrara en Madrid, además de extender las felicitaciones a Quintás.