La directiva de opas corre el riesgo de no aprobarse esta legislatura
Grecia, país que preside este semestre la Unión Europea, no descarta convocar un consejo de ministros extraordinario durante el mes de junio para buscar por enésima vez el consenso sobre una ley que serpentea entre las instituciones comunitarias desde hace 14 años.
Ninguna delegación parece por ahora dispuesta a asumir el coste político de abandonar definitivamente durante esta legislatura (1999-2004) la tramitación de un texto que se considera imprescindible para la integración de los mercados financieros europeos. Pero las posiciones de los diferentes países se encuentran tan alejadas que las opciones más pesimistas parecían ayer las más probables.
Alemania se niega a admitir la prohibición de adoptar medias defensivas una vez que se ha presentado la oferta de adquisición. Berlín exige que primero se garantice que la norma sólo beneficiará a las empresas comunitarias, en una clara señal de temor al capital extra comunitario y, en concreto, al estadounidense.
Su petición, sin embargo, parece difícil de compatibilizar con la libertad de inversión que reconoce el Tratado de la Unión, el cual no diferencia entre capital de los Estados miembros y el procedente de terceros países.
Berlín se muestra, en cambio, favorable a la fijación de un umbral de control accionarial a partir del cual el comprador se encuentre en condiciones de desmantelar todas las medidas defensivas contempladas en el estatuto de una sociedad. 'Alemania pide la luna para que nada avance', descalifican algunas fuentes del Consejo una propuesta a la que acusan de un maximalismo meramente táctico.
La supresión de cualquier barrera estatutaria causa, es cierto, el bloqueo por parte de los países nórdicos, donde se considera innegociable el que las sociedad emitan títulos que comporten distintos derechos de voto.
La batalla que siguió a la opa de la empresa británica Vodafone sobre la alemana Mannesmann estuvo marcada por la defensa germana de su modelo capitalista industrial frente al perfil financiero de los anglosajones. Lo hizo a través de anuncios publicitarios (izquierda) que fueron contestados por Vodafone (derecha). La negociación de la directiva de opas acoge una batalla similar entre varias formas de entender la economía de mercado.