Enagás y el EVE pugnan por el control de la planta de regasificación de Bahía de Bizkaia
Enagás, empresa propietaria de las infraestructuras gasísticas españolas, y el Ente Vasco de la Energía (EVE) competirán por el control de la planta de regasificación de Bahía de Bizkaia, que entrará en funcionamiento este año. Esta puja se enmarca dentro del cambio accionarial que se prepara en esa sociedad, ahora controlada por Repsol YPF, la británica BP, Iberdrola y el EVE, con un 25% cada uno de los socios.
Esa composición era idónea para una sociedad promotora, pero no para una compañía con un cometido operativo. En ese contexto, tanto las dos petroleras como la eléctrica han manifestado su posición vendedora, mientras que el EVE ha mostrado interés en tomar el control. Y, especialmente, en caso que el posible comprador no sea de su agrado.
Pero Enagás, que controla las plantas de regasificación actualmente operativas (Barcelona, Cartagena y Huelva), quiere entrar ahora en Bahía de Bizkaia, la primera que va a entrar en funcionamiento en la que no participa, pero siempre que pueda hacerse con la gestión. No obstante, medios consultados señalan que el tema del precio todavía no ha sido analizado.
Fuentes de la parte vendedora admiten que el EVE tiene derecho de tanteo, pero que sólo se le adjudicarían las participaciones en venta en caso de que ofrezca al menos el importe que Enagás esté dispuesto a pagar.
Y se añade que, desde el prisma industrial, la gestión unificada de las plantas de regasificación tiene más sentido y evitaría oscilaciones en la ocupación de la capacidad de regasificación instalada. Hasta ahora las eléctricas y otros operadores en el mercado de gas liberalizado se han enfrentado a denegaciones de reserva de capacidad de regasificación por parte de Enagás por la escasez de infraestructuras frente al boom de la demanda. Pero, a partir del próximo año, la situación puede ser muy diferente. Incluso, las empresas que promueven otras plantas se plantean retrasar sus proyectos.
Si el EVE sale ganador, podría compartir la planta con Naturcorp, que ha sido adjudicada a Cantábrico.