Las 'meigas' del albariño
Pionera en Rías Baixas, Adegas Galegas elabora deliciosos blancos basados en la deseada uva albariño. Plena sensibilidad desde el Condado de Tea
En un imponente paisaje dominado por el Miño se encuentra Adegas Galegas (Bodegas Gallegas, en castellano), un proyecto vinícola que ve la luz en 1995 bajo la dirección de José Rodríguez Fernández. Las instalaciones de la bodega se encuentran en Meder (Pontevedra), dentro de la subzona del Condado de Tea, la más interior y montañosa de las que integran la Denominación de Origen Rías Baixas, situada en el margen derecho del río Miño y protegida por la cordillera Dorsal Gallega.
Adegas Galegas es una pequeña bodega de carácter artesanal rodeada por un infranqueable bosque de pinos donde la primera premisa es elaborar con sensibilidad. Una sensibilidad que se manifiesta incluso en sus etiquetas, donde el arte está siempre presente a través de producciones de obras pictóricas.
La bodega es muy pequeña, con 20 depósitos de acero inoxidable con una capacidad de 500.000 litros y 120 barricas alojadas en una nave subterránea de crianza (60% de roble francés y 40% de roble americano). En contraste, el viñedo es bastante extenso: 40 hectáreas, una superficie verdaderamente inusual si tenemos en cuenta que Galicia es una tierra de minifundios. Pero José Rodríguez Fernández tuvo claro desde el principio que quería contar con un viñedo extenso para elaborar sus vinos a partir de uvas propias, estrictamente controladas desde su nacimiento hasta su recolección. Hoy en día, la demanda de los vinos de esta singular bodega es tan elevada que la producción de estas 40 hectáreas es ya insuficiente, por lo que ha sido necesario contar con 20 hectáreas más, propiedad de viticultores de la comarca, controladas por el propio personal técnico de la bodega.
En sus viñedos se cultivan las variedades blancas albariño, treixadura, loureiro y caíño blanco y las tintas brancellao, espadeiro, caíño tinto y mencía, todas ellas con dilatada tradición en Galicia. Y entre todas, una variedad se erige como indiscutible protagonista: la deseada albariño, sobre la que se base el éxito de los vinos de Adegas Galegas, y en general la uva a la que la DO Rías Baixas debe su prestigio.
Circunscrita casi específicamente a la región de Galicia, la albariño es una uva cara debido a su escaso rendimiento, a la poca extensión de cultivo y a los altos costes de laboreo que impone una variedad necesitada de enormes cuidados para evitar las consecuencias negativas de un clima húmedo y lluvioso. Así, con el fin de eludir las enfermedades de la vid, parte de las cepas de la bodega se elevan en emparrados, alejando los racimos del suelo y de la humedad.
La uva con la que la bodega elabora sus vinos procede en un 80% del viñedo propio. La vendimia siempre se realiza de modo manual, recogiendo sólo los frutos en perfecto estado sanitario y de maduración, y el objetivo, siempre inalterable: obtener vinos de calidad y diferenciados.
Actualmente Adegas Galegas elabora monovarietales de albariño que comercializa con las marcas Don Pedro de Soutomaior, Don Pedro de Soutomaior Neve Carbónica, Dionisos, Don Pedro Tempo y Rubines. Además cuenta con los blancos Veigadares y Gran Veigadares, en los que la albariño aparece complementada con una pequeña proporción de treixadura y loureiro, y que además se distinguen por una fermentación y crianza en barricas de roble francés y americano, Bouza Grande y De Nuestra Tierra Alta Selección, elaborados mediante el ensamblaje de albariño, treixadura y loureiro.
En definitiva, una amplia gama de vinos que han ganado diversos premios en los certámenes internacionales más importantes como Challenge International du Vin (Burdeos, Francia) o Intenational Wine Challenge (Londres, Inglaterra). Además, la bodega elabora el tinto Señorío de Rubiós.