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Automóviles

La fortaleza del euro pasa factura a la automovilística Volkswagen

El primer grupo automovilístico europeo, Volkswagen, se ha unido a las empresas afectadas por la fortaleza de la moneda europea, que alcanza su valor más alto desde 1999. Pese a registrar cifras de ventas en número de coches superiores a las que obtuvo el año pasado, la compañía no ha sido capaz de contrarrestar la fortaleza del euro y ha visto cómo su resultado neto descendía un 68% respecto a los primeros meses de 2002, hasta los 627 millones de euros.

El presidente del grupo, Bernd Pischetsrieder, ya había anunciado el pasado mes de abril que la compañía registraría un descenso en los resultados, pero advirtió que 'asumían que existirá una mejora sustancial a partir del segundo trimestre y en particular hacia finales del año'.

En concreto, Volkswagen espera mejorar su resultado operativo a medida que los nuevos modelos Touran, Touareg y el nuevo Golf se fortalezcan en el mercado y dejen de suponer costes para la compañía.

Pese a que otros competidores alemanes optaron por absorber coberturas cambiarias del 100%, la compañía alemana sólo aseguró el 40% de sus transacciones en divisas, según los analistas. El Ebitda del grupo descendió hasta los 331 millones de euros, lo que supuso una caída del 67% y la facturación del grupo de enero a marzo descendió un 2,7%, hasta los 20.698 millones de euros.

La debilidad del mercado estadounidense y latinoamericano, que arrastraron los resultados, se vio compensada en parte por el impulso del mercado chino, que desbancó a Alemania en el liderazgo de ventas. Volkswagen vendió en los tres primeros meses del año un 1,4% más coches que los mismos meses de 2002 y la cifra alcanzó los 1.195.000 vehículos.

Incrementos en China

El mercado estadounidense, donde en 2002 el grupo alemán se llevaba una cuota del 9,6%, supuso un retroceso de las ventas del 4%. Este dato, unido al efecto de la depreciación del dólar, llevó la facturación a los 3.455 millones de euros, un 19% inferior a la obtenida el año anterior. Volkswagen achaca, en parte, este descenso a la mayor debilidad del mercado, que en el primer trimestre registró un descenso generalizado en el sector del 6,2%. La compañía alemana piensa continuar ajena a la política de fuertes incentivos a los consumidores que consiste en proporcionar financiación a interés nulo puesta en práctica por la mayor parte de sus competidores.

La evolución del mercado europeo no ha dado tampoco síntomas de fortaleza pese a las mayores ventas de coches de la gama alta. Las ventas, impulsadas en número por la evolución del Polo y del Seat Ibiza, descendieron en los tres primeros meses del año un 4,9%, lo que se tradujo en una facturación de 14.493 millones de euros, un 2,2% superior a la cifra del ejercicio anterior.

El mercado asiático ha dado la nota positiva a la compañía y ha supuesto un aumento tanto en número de vehículos vendidos como en facturación. El impulso de las joint ventures chinas ha desbancado a Alemania como primer mercado de Volkswagen y ha llevado a la región a cifras de facturación de 1.409 millones de euros, un 15,9% más que el ejercicio anterior. Volkswagen vendió 192.000 vehículos en la zona.

Por otra parte, una huelga en Siemens VDO Automotive, debido a la falta de componentes, paralizó ayer la fábrica de Seat en Martorell, donde se producen unos 2.000 vehículos diarios. La plantilla de más de 700 trabajadores acordó un paro de 34 horas que supuso dejar de suministrar a Seat los salpicaderos frontales de los vehículos.

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