Un tribunal impide a la hija de Lladró usar la marca Duque de Lladró para un vino

Rosa María Lladró no podrá utilizar su apellido para comercializar los vinos que produce su bodega Terra Reial. Al menos, eso es lo que acaba de fallar la Audiencia Provincial de Valencia en una sentencia (22 de abril de 2003) en la que obliga a la hija del presidente de la empresa de figuras de cerámica, José Lladró, a cesar en el uso de la marca Duque de Lladró 'en cualquier tipo de producto, así como en cualquier tipo de soporte y material'.

El tribunal asegura que de acuerdo con la nueva Ley de Marcas, los distintivos renombrados, como en el caso de Lladró, aunque estén registrados en una sola clase deberá entenderse inscrita en todos ellos.

El tribunal desestima también el argumento de la sentencia de primera instancia, que daba la razón a Rosa María Lladró, y que concluía que 'nada impide la existencia de marcas con una homonimia parcial en un conjunto donde el apellido aparece encuadrado entre otras expresiones que permiten diferenciarla'.

La Audiencia Provincial de Valencia no es de la misma opinión y afirma que en Duque de Lladró las dos primeras palabras son genéricas y carecen de carácter distintivo. 'De donde se sigue que el elemento dominante de esta marca tiene que ser forzosamente la palabra Lladró, palabra que es totalmente idéntica a la palabra en la que consiste la marca denominativa de la actora' (por Lladró).

Además, la sentencia declara que Rosa María Lladró actuó de mala fe en el empleo del signo Duque de Lladró. El fallo también establece la ilegalidad del dominio de Internet www.duquedelladró.com; obliga a publicar la sentencia en la sección nacional y económica de un periódico de difusión nacional y también a indemnizar por los perjuicios causados a Lladró en una cuantía que se determinará en la ejecución de sentencia atendiendo al valor que hubiera tenido una licencia concedida por la marca Lladró para vinos.

Por su parte, Rosa María Lladró explicó ayer que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo, ya que 'consideramos legítimo el uso del apellido propio en el mercado, algo que se ha reconocido por el Supremo en repetidas ocasiones para casos como Domecq, Rochas, Carbonell o Picasso'.

Rosa María insiste en que el hecho de que la marca Duque de Lladró se use para un sector, el vitivinícola, en el que el grupo de porcelanas no tiene intereses directos le habilita para poder usarlo.

Una sentencia novedosa

Al margen de la disputa por el uso del apellido, los expertos en propiedad industrial y marcas aseguran que se trata de una sentencia novedosa. Así lo cree Carlos González-Bueno, socio del bufete Iberforo, quien asegura que se trata de la primera sentencia de una Audiencia en la que se aplica el nuevo régimen 'ultrarreforzado de protección de los distintivos en España' que se deriva de la Ley de Marcas de 2001.

González-Bueno opina que la sentencia es muy severa, 'lo que hace pensar que los jueces han captado el mensaje del legislador en el sentido de ponernos a la cabeza europea, e incluso mundial, en la protección de marcas'.

El socio de Iberforo recuerda que la Audiencia de Valencia confirma el criterio de la Oficina Española de Patentes y Marcas, 'que siempre ha sido muy garantista de las marcas renombradas, pero que hasta ahora era en ocasiones corregida por los tribunales que, a falta de una ley tan tajante como la nueva Ley de Marcas, tenían ciertos escrúpulos.

Otra de las novedades es la anulación del dominio de Internet que registró la empresa fundada por la hija de José Lladró para comercializar sus vinos. El tribunal explica que puesto que Lladró es una marca renombrada y la existencia de una denominación similar puede causar confusión en el mercado también debe anularse el dominio de Internet. 'En este caso, la sentencia ha antepuesto la marca al nombre de dominio en Internet', señala Carlos González-Bueno, quien añade que con fallos de esta dureza se acabará pronto 'con el parasitismo marcario consistente en que todo el mundo se quiere arrimar a las marcas famosas'.

El socio de Iberforo también destaca que se obligue a publicar la sentencia en un periódico. 'Es una medida dura y bastante excepcional, que pretende proteger al consumidor engañado temporalmente en un campo tan sensible como el de las marcas'.

La sentencia, sin embargo, no recoge la petición de impedir la denominación social Comercial Rosa María Lladró que la compañía de porcelanas también había recurrido.

Una sucesión espinosa con Rosa María como protagonista

Que Lladró es una empresa familiar de éxito no es materia de discusión. Sin embargo, no se le puede atribuir a la ya mítica firma de porcelanas decorativas el haber logrado una exitosa sucesión en la compañía.Los tres hermanos que fundaron la compañía, José, Juan y Vicente, incorporaron en 1984 a sus hijos al consejo de administración. Entre los diez herederos estaba Rosa María Lladró, que fue la elegida por José, actual presidente, para ocupar una silla en el consejo.Destinada a ser una de las más altas responsables ejecutivas en la empresa, Rosa María marchó a Estado Unidos para hacer un máster en administración de empresas y a su vuelta tomó prácticamente las riendas de la compañía. Eran los primeros años noventa y al frente de la dirección ejecutiva de la empresa acumuló 'demasiado poder', algo que no fue del agrado del resto de familiares.Rosa María reconoce haberlo 'hecho mal', ya que, asegura, su juventud le impidió ver que en una empresa familiar 'hay que respetar las cuotas de poder de cada miembro de la familia'. Las tensiones en el seno del clan Lladró aumentaron hasta que Rosa María fue apartada de la dirección de la empresa y salió del consejo. Hoy es su hermana María del Carmen la que ocupa su lugar. Con todo, Rosa María sigue siendo accionista de la compañía.Pero lejos de cerrarse el capítulo de las tensiones entre Rosa María y sus padres, tíos, primos y hermanos, la iniciativa empresarial de la hija que se salió de la línea marcada ha acabado por enfrentar a la familia en los tribunales. Montó Comercial Rosa María Lladró, desde la que hace promociones inmobiliarias, y posteriormente puso en marcha Bodegas Terra Reial, donde bautizó sus vinos como Duque de Lladró. Tanto uso del apellido quizá fue demasiado para la familia, con la que Rosa María asegura llevarse bien.